DIEZ POEMAS DE LA URUGUAYA SILVIA GOLDMAN, FINALISTA DEL PREMIO INTERNACIONAL PILAR FERNÁNDEZ LABRADOR

 

 

La poeta uruguaya Silvia Goldman (foto tomada de Oriette D’angelo)

 

“Crear en Salamanca” tiene el privilegio de publicar esta selección de textos de Silvia Goldman, poeta, docente e investigadora de origen uruguayo. Poemas y artículos académicos suyos han sido publicados en revistas literarias de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. En el 2008 publicó ‘Cinco movimientos del llanto’ (Ediciones de Hermes Criollo), su primer poemario. En el 2016, la editorial Cardboardhouse Press publicó una selección de los poemas de ese libro titulada ‘No-one Rises Indifferent to Sorrow’, y traducida al inglés por Charlotte Whittle. ‘De los peces la sed’, publicado por Pandora Lobo Estepario, es su más reciente libro (2018). Su manuscrito miedo, de pronta publicación por Axiara Editions, ha obtenido un accésit en el Premio Feria Internacional del Libro Latino y Latinoamerican en Tufts (FILLT 2020). Mansucritos suyos han sido finalistas del VI y VII Premio Internacional de poesía “Pilar Fernández Labrador” y del Premio Internacional de Poesía “Paralelo Cero 2020”. Ha participado en diversas antologías como Llama de amor viva: XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos  (Antología en homenaje a San Juan de la Cruz), publicada en Salamanca en el 2019; Árbol de Alejandra (Karima editores 2019) y Poeta en Nueva York: Poetas de tierra y luna (Karima editores 2018). Es doctora en Estudios Hispánicos por la Universidad de Brown y actualmente enseña lengua y literatura en la Universidad de DePaul en Chicago. Es miembro del consejo editorial de la revista y plataforma cultural Contratiempo.

 

 Plaza Mayor de Salamanca. Foto de José Amador Martín

 

 

Silvia Goldman quedó entre los 15  finalistas de la VII edición del prestigioso Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, con su libro ‘Separación’. Recordar que a este premio se presentaron 1017 trabajos procedentes de 26 países. Los textos aquí publicados no forman parte del trabajo presentado. Agradecemos a la poeta uruguaya por habernos enviado nueve poemas, entre inéditos o próximos a publicarse en libro.

 

 

 

doce muñecas

 

pensó en lo que podía conjurar
en lo que podría derivar de esos ríos altos
todavía era una rama colgando

a punto de partir
pensó en lo que pasaría si alguien
abría por fin el pestillo

si alguien por fin salía

una niña con doce muñecas no puede conjurar una madre

y simplemente partir
una niña con madre puede tener doce muñecas pero no las cuenta
una niña sin madre y con doce muñecas puede peinar a sus doce muñecas

pero no la peinan a ella

las doce muñecas de la niña con madre no han visto nunca

cómo se dobla la palabra desamparo

las doce muñecas sin la niña pueden tener hambre pero no pueden ir al mercado

las doce muñecas con la niña pueden tener hambre y pueden ir al mercado

en un carrito en el que la niña es la madre y empuja a las hijas

en ese mercado las doce muñecas tienen también una abuela

en el otro mercado no

esto sí lo sabe la otra niña y desnuda a sus doce muñecas

para que no lo sepan ellas 

 

(del manuscrito miedo, de pronta publicación por Axiara Editions)

 

 

 Foto de José Amador Martín

 

 

cumpleaños

 

más allá los zapatos antes de morir

se alinean en una misma sala

prisioneros que vemos crecer hasta partirse

una cantidad de niñas cumplen años a la vez

con una misma torta

un mismo miedo a los pies

un mismo mecanismo en la mandíbula

tiran de la fila y son para la tarde una celebración

nada viene de sus manos

nada se va
cuando una niña está a punto de flotar un segundo

interminable en el aire

primero hace un puente para pisar

después lo salta  

 

(del manuscrito miedo, de pronta publicación por Axiara Editions)

 

 

 Foto de José Amador Martín

 

 

cuerpo

 

 

en el cuerpo donde me quedo a contestar

hay una mano que hereda mis raíces

en sus respuestas están también las piernas

de los otros cuando no saben partir

y es no atreverse otra vez
a hacerme lo contrario de mí

en el cuerpo en que me ayudo

y me quedo a hacer la madre
hay alguien que me cuida y me lava

 

yo no protesto

para que no se cierren las horas

las manos se mueven de un lugar a otro

parecen tacitas de té

la cantidad de aire que debe construirse en ciertos poemas
sabe lo que espera

el agua cuando limpia

la fe en la mano de alguien
todo sobre esa fe 
es la continuación de una espera

 

líquida

 
lo sé y se lo

enseño a mi hija

mis manos se mueven de un lugar a otro

parecen tacitas de té

en los dedos de mi madre

(del manuscrito miedo, de pronta publicación por Axiara Editions)

 

 

 

 

Víctor

 

a Víctor lo conocí en una fiesta

después fue mi padre

entonces escribí sobre las posibilidades de ser su hija

en la fiesta todos bailaban y no me conocían

pero decían que era parecida a mi madre

mi padre no conoció a mi madre

por eso no me habló de ella

pero sí mencionó aquello

de los parecidos

 

(del manuscrito miedo, de pronta publicación por Axiara Editions)

Foto de José Amador Martín

 

 

culpa

 

 

es no saber para qué

o por qué

se abrieron
abriste

los elementos
el aire fue un accesorio una vez
fácil

elocuente
lo dejaste
te fuiste hacia la puerta

te quedaste en el umbral

sin golpear
sin golpear a nadie

pero pensando en lo que harías si pudieras llegar a vos y golpearte

 

(del manuscrito miedo, de pronta publicación por Axiara Editions)

 

Foto de José Amador Martín

 

 

de un confinamiento

 

 

hay que ir a la heladera

o la mitad de ir

al higiénico frío

que guardás

con lo recién traído

y no das

 

ni tu mano das

 

(inédito)

 

 

tocar

 

 

a veces sos como una hija me decís

no me da vergüenza

cuando se tiene una hija y no se tiene una madre

se va a querer tener una madre en la hija

me decís honey y cambiás el tono

la boca se te hace más grande

ensayás una edad que no tenés

un desayuno que no sabés hacer

el estómago se te estira en la preparación

de tus raíces

sos parte de querer darme una vida

me tocás la panza para confirmar que ya no estás ahí

 

mi hija no lo sabe

pero a veces una madre cabe adentro de lo que toca una hija

 

(inédito)

 

Foto de José Amador Martín

 

 

pérdida

 

 

perder no a la persona sino a la penumbra verde que la cuida

tener que salirme de su mano o de su vientre

del insidioso olor de su parque cuidadoso

mientras transforma la cuna en un sillón

los distintos pasos que tiene el desamparo en el sillón son verdes

la cuna que quiero decir no estaba sola tenía verde

al otro lado de la cuna otra cuna no estaba sola y me tenía

mi hermano estaba adentro y con sus piernas

se hamacaba a él a mí y a lo verde

así quiero que me sostengan te digo

vos con tus dedos vas a entrenar el brazo

y vas a moverlo así

 

(inédito)

 

Foto de José Amador Martín

 

 

pozos

 

la piel es una cama que no conozco

la huelo y la extraño

la estiro

la hago

le pongo una manta

le hago un pozo para añorar su fondo

le hago un segundo pozo para que añore

el fondo que hay en el primer pozo

 

le ponemos cara a la distancia para volver a nosotros

no sabemos que vamos más lento que los huesos que dejamos en un pozo

 

no sabemos en qué pozo

 

(inédito)

 

 

Foto de José Amador Martín

 

 

acá

 

luego de un par de semanas sin turistas
los canales de Venecia tienen peces.

Un jabalí camina con sus hijos por las calles de Roma.
(Poema “Cuarentena” de Manuel Iris)

 

todas las etapas de lo blanco no alcanzan para decir blanco

porque blanco es una sílaba gris acá

y es la protuberancia de una carencia adentro de tu casa

que ahora empieza acá

donde lo oscuro se hace más bajo hacia lo rojo

y el cuerpo no lo sabe porque no tiene otro cuerpo

 

blanca es la distancia que ponemos entre nosotros acá

las manos que nos lavamos no entre nosotros sino nosotros acá

los miedos que nos damos entre nosotros y también nosotros acá

alguien va a venir a tocar esta pantalla que pusimos entre nosotros

alguien ya vino a decirnos cuidado con esa mesa

¿esa fruta en tus dedos de dónde viene

en qué parte de su ternura la tocaste?

 

hay un movimiento de golondrinas sobre la herida de este suelo

hay ciudades

hay una pandemia que se come las ciudades

hay peces

un jabalí con sus crías

y animales enfermos

hay aplausos como plantas finitas

los oigo desde acá cuando mis dedos

en la mitad de ir

vuelven para palpar lo verde

hay manos que se tocan y hacen

chubascos de lo hermoso

 

todas las etapas de lo blanco nos van a corregir

blanca va a ser la largura del lago contra el viento

el estado de lo que nos vamos a dejar

para que no se lo lleve esta huida

blancos van a ser los puntos en tus pulmones que congregan el frío

de una ciudad mayor con que la ausencia

pura nieve que guardás en tu decir

puro papel recién traído a tu mano

que cede y se adhiere

a este largo viento blanco

 

mirá cómo sostenés de pronto el pájaro

y lo hacés aprovechar lo que se marcha

contra el golpe seco del pico en el apego

 

¿seremos más hermosos después de esta vez

o el rastro de lo que no sucede en el habla todavía?

 

 

(Versos Versus Virus, antología, edición de Pablo Blanco)

Silvia Goldman

 

 Foto de José Amador Martín

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