Liceo. Sañamanca. Presentación del Libro No resignación
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de difundir los poemas de nueve autoras de Guatemala, Colombia, Costa Rica, España, Italia, México, Brasil, Nicaragua y Argentina. Los textos han sido seleccionados por el poeta Alfredo Pérez Alencart, profesor de la Universidad de Salamanca y responsable de la antología ‘No Resignación’ (Ayuntamiento de Salamanca, 2016), de donde se ha espigado para esta muestra.
Ana María Rodas
ANA MARÍA RODAS
(Guatemala)
MUJER, YA VIENE EL SUEÑO
Mujer, ya viene el sueño
aprovecha este tiempo
y olvida a los que ahora
se agitan, beben, aman, fornican.
Ya llegó el sueño, amiga.
Calma tu sangre
y aférrate al momento
en que por fin comienzas un camino.
Sin brazos amantes, sin muletas
recíbelo, no es más que el sueño
y ya es bastante.
Luz Mary Giraldo
LUZ MARY GIRALDO
(Colombia)
CANCIÓN DE ALGUIEN EN CERO
Y yo
que me quedé sin nombre
y sin mí y sin sentido
nadie
alguien
en cero.
IDEA VILARIÑO
Repudiada y amada
te llaman reposo de guerrero
carne de todos
cuerpo de hambre y cañón de guerra.
Apedreada como bruja levantas la mirada
y el hijo que atraviesa tus párpados
te observa largamente.
Conoce tu rincón y tu hoguera.
Con los ojos morados de tanto amor sombrío
de tanta herida que escondes
pides una ventana con flores
un traje limpio como el sueño
y una mesa tranquila para amasar el pan
con la respiración apaciguada.
Ajustas el hijo a tus abrazos
y resistes.
Quieres vivir hasta salir del cero
ser con todos tus sentidos
en una cama donde las sábanas no tiemblen.
Quieres más que silencio
más que un plato de sobras
más que un sitio donde cae la escarcha.
Isolda Hurtado
ISOLDA HURTADO
(Nicaragua)
LOS MERCADERES DEL TEMPLO
Te mutilaron los mercaderes del templo
Entre sus burlas
rasgaron tu último grito
hasta inmortalizar tu sonrisa de muñeca
como se clava una espina
en la carne
y sangra.
5 Helena Villar Janeiro y Xesús Rabade, en el balcón del Ayuntamiento salmantino (Foto de Jacqueline Alencar)
HELENA VILLAR JANEIRO
(España)
EL DISEÑO DE LAS MANOS
Cuando el diseñador pensó en las manos
de mujeres y de hombres
no las vio diferentes:
tan solo creó manos con cinco dedos,
una palma y un dorso dotadas por igual
para recorrer juntas esa distancia corta que hay entre los amantes
y las otras distancias que permiten
relación con las cosas.
Cuando el diseñador pensó en las manos
de hombres y de mujeres
creyó que palma a palma habrían de juntarse
cuando el amor viniera a convocarlas
y deseó poner en cada una
toda la suavidad que había dado
al aleteo de las mariposas.
Cuando el diseñador pensó en las manos
no imaginó la fuerza del dominio
ni de los rayos de ira que mutan voluntades
ni en la convocatoria irracional que lleva manos de hombre
a trazar trayectorias de golpes y de armas.
Y el aleteo de las mariposas
que había deseado el buen diseñador para todas las manos
se convirtió en pétalos de las rosas sangrantes
que vierten tantas veces la carne de mujer
convertida en un cáliz de amarguras.
Gladys Cepeda
GLADYS CEPEDA
(Argentina)
REBELIONES
Ella se asoma a la vida
con el corazón atrapado en una jaula
siente que la condena lleva siglos
miles de fauces la han dado sentencia
implacable-mente
pero…
¿Por qué nadie destruye las puertas al silencio
y deja que libere su grito?
¿ni las cadenas que salen de sus senos
se desvanezcan ?
su reflejo pregunta en el espejo
mientras la desnudez observa
como la mano de él lleva garra de acero
y un látigo en su entrepierna
ella ve como el desgarro
se le hunde en el vientre
porque en este infierno
habita la indiferencia
con miradas vacías
manos distantes
y muertes cercanas
pero como Eva en su orfandad
va en búsqueda del paraíso
lleva sal en los labios
porque su mar la cobija
donde la ternura de su alma es náufraga
y como Antígona no se resigna
su desafío descubre que hay
jardines con rosas en el desierto
Stefania Battistella, por Dino Ignani
STEFANIA BATTISTELLA
(Italia)
SEÑOR DIOS, SEÑORA INTELIGENCIA
Yo no soy una bomba,
no soy un niño muerto,
no soy Hamas y no soy Israel
y no soy ni siquiera Sudán ni Mali,
Siria o Líbano,
no soy ni siquiera aquello
no soy los muchos mutilados y ni siquiera las enfermedades
y tampoco la aspirina que bastaría para sanarlos
aún menos soy la concepción de la vida
y aquella que permite el hambre, mosquitos y vientres hinchados.
No soy el Islam y no soy el Cristianismo
no soy las cruzadas y no soy los egipcios
no soy un esclavo y no soy ni una hechicera ni un mago.
No soy un bunker
no soy un campo de concentración
no soy una prisión y no soy un mortero.
No soy una pistola o un fusil o una piedra lanzada,
ni siquiera el ácido en el rostro.
No soy ni siquiera un misil en la frente de un hospital
no soy una ambulancia
que dispara sólo cuando parte y no dispara al volver
no soy un jefe de estado corrupto
ni un partido extremista por un lado o por el otro
ni siquiera un ciudadano que se llena la boca de palabras
sin saber por dónde llegan
no soy ni blanco ni negro
no soy el Papa no soy Mahoma
no soy Buda y cada otro nombre que haya tenido
esta concepción y su relativo movimiento.
No soy estúpida, y no soy ni siquiera muy inteligente,
sin dudas, lo que sé es que no soy una madre que llora
porque ya no soy madre
no soy la locura del hombre
y sobre todo no soy todas sus concepciones.
Sé todo lo que no soy,
pero, excepto eso, no queda nada más
que lo que soy.
¿Cómo se hace para ponerlo todo en práctica,
querido Dios, querida Inteligencia?
Traducción de Stefanía Di Leo
Marcia Barroca
MARCIA BARROCA
(Brasil)
TATUAJES
A través de las retinas tatuadas
por la violencia
calla la simiente tejida
en úteros desiertos
Son huérfanas de paz
Unas
reactivas luchan
generando esperanza
Otras
se dejan humillar
y en su mirada ausente
podemos percibir su dolor
Sus voces
casi siempre olvidadas
se rebelan en un espasmo
de justicia y soledad
Es necesario oír lo que dicen
Es primordial acoger su canto de fe
Guerreras
Traen en su rostro arrugas profundas
universos solo suyos
perdidos
en un abanico de estigmas
Latigazos
no destruyen sueños
pero marcan como hierro ardiente
el encanto y el misterio de ser mujer
Traducción de Alfredo Pérez Alencart
Nidia Marina González (Foto de José Amador Martín)
NIDIA MARINA
(Costa Rica)
AUTORRETRATO COMO REPUESTA
Justificar los lugares comunes
no es válido
frente a una mujer que busca lo nuevo
en el acopio de viejas cosas.
Excusar el amor con la posesión y el miedo
no se hace frente a una mujer
que perdió el temor amando a quemarropa
y sin paredes para sostenerse.
Limpiarle las líneas a una mujer
que ha escrito kilómetros
y quemado en hogueras públicas
otro tanto,
se intenta
aunque no haya garantía de respuesta.
Quebrarle el espejo a una mujer que se refleja
en otras transparencias
y que olvida con frecuencia su maquillaje
no se puede.
Ella habita el aire sin reservas
el abrazo sin reflejos comparados.
Trae por dentro
animalitos y ventanas.
Lágrimas todas:
las del dolor que urge
las que salvan de las oquedades
y las alcantarillas.
Ella tiene a su favor
la sangre anónima del viento
algún buque inmerso en el fondo del océano
sus desconocidos poemas.
Tiene
los caminos dentro de las piedras
el agua salada
y el fuego.
Tomarse el vino
eso sí
frente a una mujer
que transmuta
o en aldaba o en albahaca,
dependiendo del clima.
Tomárselo todo
con flor de Jamaica
y que llore la noche,
mientras ella se duerme sin duelo
y sin lote propio en ningún cementerio,
mientras se cose
a la falda
otra madrugada de tormentas.
Miriam F. Perales
MIRIAM F. PERALES
(México)
SIN EL CANTO DE LA SIRENA
Es fácil empuñar una-dos-tres-cuatro
cinco-seis-siete-ocho
nueve-diez-once-doce o más
dagas-pastillas-copas-cigarros-balas-cicutas
Es fácil hundirse
disparar
cortar
romper
ultrajar
dormir
morir
Pero, a veces, la maldita obsesión puede más.
Y aquí estoy
asesina-despedazada
ladrona-hurtada
lujuriosa-ultrajada
humilde y soberbia
generosa-avariciosa
loca-pensante
amenazada y peligrosa
Mañana fingiré ser una más en la calle
mientras leo como mutilan a mujeres de papel
como aniquilan las flores
y las tiran por la frontera
y sentada frente al escritorio
escucharé el canto de las que partieron
en medio de la risa ingrata
de los hombres–hormiga.
marzo 8, 2017
–Obrigada amigo Alfredo, pela sua grande gentileza.
Um grande abraço.
Marcia
marzo 9, 2017
Continúan los poemas elevando su voz. Quieren disolver poco a poco los silencios, desterrar los miedos y abrir los ojos de quienes miran ciegos los días.
Para éste día, es mi haiku:
Encontré en la noche / la palabra flor; / luz de amanecer.