Juan Carlos Martín, en el teatro Liceo de Salamanca. (Foto de José Amador Martín)
Juan Carlos Martín Cobano (Carmona, 1967), es poeta, filólogo, editor, librero y traductor de origen andaluz, formación catalano-aragonesa e incipiente religación salmantina. Tiene publicados el poemario ‘Tiempo de cruzar el umbral’ (Salamanca, 2020) y el libro de ensayos ‘Poesía como oficio sacro y otros escritos’ (Salamanca, 2021) Ha impartido talleres y dictado conferencias en distintos países con la Asociación Latinoamericana de Escritores Cristianos (ALEC), es asiduo del encuentro Los Poetas y Dios (Toral de los Guzmanes, León), del Encuentro Cristiano de Literatura (Salamanca) y del Encuentro de Poetas Iberoamericanos (Salamanca, en cinco ediciones). También ha sido invitado especial del I Encuentro de Música y Poesía Luso-Hispano-Americano, ROIZ, celebrado en la ciudad portuguesa de Castelo Branco en 2019. Hasta enero de 2018 fue secretario general de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos (ADECE) y, en la actualidad, es secretario general de TIBERÍADES, Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos y de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos de Salamanca. Poemas y textos suyos se encuentran publicados en las antologías ‘Los frutos del árbol’ (2015), ‘Explicación de la derrota’ (2017), ‘Por ocho centurias’ (2018), ‘Eunice, cien veces cien’ (2019), ‘Llama de Amor Viva’ (2019)., ‘Regreso a Salamanca’ (2020), ‘Mundo Aquí (2020), ‘El ciego que ve’ (2021) y ‘Palavras pela paz’ (2022, Portugal). Dirige la revista literaria TIBERÍADES.
DE INVENTAR EL TIEMPO
O tempo é uma invenção recente.
Rosa Alice Branco
El presente promete memoria.
Recuerdo los días en que no existe el tiempo.
Anticipo las horas estáticas
cuando el punto es todo,
el espacio se llama como yo,
el ojo, la piel, el fulgor
lamen una infancia eterna.
Vencemos, entonces, a tu muerte.
Tu voz se hace paisaje envolvente,
pero no es soportable,
diamante atroz.
Habrá que inventar el tiempo.
NADA SÉ
Nada sé
Solo camino
al trabajo
bajo el azul intenso
de esta mañana.
Daisy Zamora
En la arrogancia del traductor
de lenguajes inasibles
a veces olvido
que nada sé.
Juego a interpretar lo aparente
tan solo para errar con autoridad,
para extraviarme en la convicción férrea.
Solo sé que no sé de dónde viene el viento,
ni adónde va,
que llega de donde quiere
y que oigo su sonido,
pero solo un útero de deslumbramiento
me parirá con los ojos necesarios.
Nada sé.
Solo respiro y me muevo
por la ciencia
del ciego que ve.
CONTENCIÓN
Ahí está el fuego
amagando
tranquilo
solo lo cubre una delgada cáscara
Ana María Rodas
Una tirita de celulosa
contendrá el diluvio.
Torrentes,
avalanchas,
tsunamis,
aludes
desviarán el curso
ante el ridículo muro
dibujado
en un palillo,
pues se abrieron cuencas,
hondos cañones donde,
pletórica,
corrió la pasión
hacia los brazos del mar fecundo,
un odre nuevo
de caos embutido de razones
Juan Carlos Martín y Antonio Colinas en Salamanca (foto de Jacqueline Alencar)
VIDA NUEVA
Se murió el yo.
Algunos lo lloraron,
no el que les habla.
Prometía,
prometía mucho, dijeron.
Paparruchas.
Se murió o lo matamos,
da igual.
Eso sí, no hay hoyo
que no lo escupa.
Y es que dejó
un cadáver revoltoso
Teresa Cortés y Juan Carlos Martín (foto de Jacqueline Alencar)
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