CUATRO POEMAS DE LA COLOMBIANA NATALIA LONDOÑO

 

 

La poeta colombiana Natalia Londoño

 

Crear en Salamanca se complace en publicar estos poemas de Natalia Londoño Lizarazo poeta, docente, promotora de lectura, tallerista y gestora cultural nacida en Bucaramanga. Es licenciada en Español y Literatura de la UIS y especialista de la UDES.  Perteneció al reconocido grupo de literatura Umpalá y, en la actualidad (2023), es miembro fundador del emblemático Colectivo Cultural de Mujeres Poetas en Santander SIE7E. Tiene dos poemarios publicados: días distintos (2009) y trasgresiones (2023). Sus poemas han sido publicados en numerosas revistas y antologías tanto físicas como virtuales, a nivel nacional e internacional. De igual forma, sus poemas han sido traducidos al italiano por Antonio Nazzaro director del Centro Cultural Tina Modotti. Ha sido invitada al Festival Internacional de poesía de Medellín en Bucaramanga (2009); al Festival Internacional de Poesía de Bucaramanga años 2014, 2015 y 2019; al X festival Iberoamericano de poesía de Fusagasugá (2023); al I Festival Internacional de poesía y vino en Colchagua Chile (2024); al XXIII Festival internacional de poesía de Cali (2024) y al XXX Festival internacional de mujeres poetas de Cereté (2023).  En el 2023, organizó el II Festival Panhispánico de poesía organizado por Casa Bukowski Internacional. Su creación poética se encuentra inscrita en la biblioteca de autores Santandereanos EVLISA (2022). Así mismo, Natalia, participó en Ulibro (feria internacional del libro de Bucaramanga) 2023. Natalia fue autora invitada (2023) al acto conmemorativo de las Cariátides, organizado por la Corte Suprema de Justicia de Colombia y la alcaldía de Bucaramanga, siendo la autora del poema en homenaje a esta icónica escultura, titulado Las Búcaras Cariátides. Actualmente (2023), es tallerista y promotora de lectura del Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga para el programa LEO (lectura, escritura y oralidad) y tiene a cargo a los jóvenes de responsabilidad penal de la ciudad de Bucaramanga, así como, algunas instituciones educativas.

 

MIS MANOS SE CANSARON…

 

 

Mis manos se cansaron

de querer atrapar el humo de tus palabras,

ellas

olorosas a aceite de argán, canela y soledad

ahora buscan vivencias en lugar de reminiscencias:

fuego en lugar de cenizas,

libre albedrío,

mis manos prófugas

y

c

ó

m

p

l

i

c

e

s

sonríen libres de ataduras y mordazas

ellas

tienen la ruta del contrabando,

el decibel exacto de mi grito

en dónde se expande la poderosa voz

ondulante

            -de mis versos.

 

 

SECRETOS

 

El dermatólogo conoce todos mis secretos: mi edad,

mi tipo de piel,

si me he lavado el rostro con jabón líquido o de barra, si he tomado el sol,

si sigo una skin care,

el tono exacto de mis ojeras.

 

Lo que él ignora

es que mi piel es sólo una contigo, lo que el dermatólogo desconoce

es que cuándo nuestras pieles se juntan

se transforma tanto el PH con sudor, saliva

y otros fluidos que no encontraría diagnóstico,

ni fórmula

para esto que somos al unirnos.

 

 

Los poetas Alfredo Pérez Alencart y Natalia Londoño, en el Festival de Cali

 

CONTROL DE CALIDAD

 

No todas las camas son iguales,

las hay hechas para soñar:

semiblandas con acolchados suaves

y sábanas de seda.

 

Las hay hechas para reír:

cómodas y confortables

restas siempre a cualquier tipo de acción.

 

Las hay hechas para saltar:

con doble resorte

triple King con sábanas estándar.

 

Las hay hechas para llorar:

sombrías y sobrias

con sábanas unicolor oscuro.

 

Las hay hechas para abrazar:

tersas, suaves, acolchadas y

y con sábanas de 380 hilos.

 

Hay camas hechas para amar y

otras para hacer el amor:

las primeras son cálidas, esponjosas, risueñas

y generalmente vienen acompañadas de pequeñas siluetas

que sueñan, juegan y dan los mejores besos de mundo:

su fragancia es de algodón.

 

Las hay de hacer el amor:

son amplias y muy confortables

con fragancia a sándalo

sus sábanas han sido suavizadas con aceite de argán y azafrán.

 

Las hay hechas para follar:

amplias y sin tapujos

con espejos arriba

y sillas del castigo al costado.

 

Las hay hechas para mentir:

de ambiguas texturas

con alguna mancha evidente

y sus sábanas son olorosas a jabón y lejía.

 

Las hay hechas para decir siempre la ver dad:

tipo King

pulcras

y con almohadas de plumas

de bancas sábanas

con 700 hilos:

magnífico ejemplar.

 

Las hay hechas para escribir:

de proporciones inciertas

con sábanas de 550 hilos

perfumadas con lavanda y menta

llenas siempre de agendas y textos por mitad.

 

Las hay hechas de amor para morir:

solitarias y amplias

de cedro natural

con gélidas y ausentes sábanas.

 

Por eso puedo afirmar con propiedad

que no todas las camas son iguales

y cada quien le imprime

su matiz particular.

 

 

DISPAR

 

En mi casa todo es dispar

a fuerza de caerme

tropezar y seguir:

me he hecho sabia como el crisantemo

olorosa como el jazmín

resiliente como el orégano

hermosa como la buganvilia

efímera como la flor de tigre

y dispersa como el diente de león.

 

Poco a poco regreso del jardín a la disparidad de mi casa:

preparo una taza de té

pues creo firmemente que sólo el anís, el jengibre

y el eucalipto

podrán disipar mis penas y ese refriado que me agobia.

 

Considero prudente también

lavar mis cabellos con azahar y lavanda

para ahuyentar los malos pensamientos y los insectos.

Acaricio mi piel ampliamente nutrida con argán y malva

y observo como se cuartea

justo

siempre

en tu recuerdo

sólida figura de sal y adelfa.

 

 

 

Natalia Londoño y un grupo de poetas invitados al Festival Internacional de Poesía de Cali

 

 

 

 

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