El poeta colombiano Juan Mares
Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar algunas de las fotografías y textos que mañana, 4 de mayo, formarán parte de la exposición que el poeta colombiano Juan Mares inaugurará en el centro comercial Plaza del Río, en la ciudad de Apartadó (Antioquia-Colombia). La muestra consta de 20 retablos rectangulares de 50×80. Juan Mares (Guatapé, Antioquia, 1951. Seudónimo de Juan Carmelo Martínez Restrepo). Licenciado en Español y Literatura por la Universidad de Antioquia. Desde 1968 vive en Apartadó, donde fue profesor, director de la Casa de la Cultura y profesor de cátedra en la Universidad de Antioquía (Sede Urabá). Entre sus libros publicados están: Poteas y pirantes (1987); Voy a ver pantalla chica (1989); El árbol de la centuria (la ed. 1996, 2a ed. 2004, 3a ed. 2011). Es coautor de Entre la savia y la sangre, recopilación poética de Apartadó (1996), Kalugrafías del instante (2009), Ritmos del equilibrista (2011); Hojas de caladio (2013) y Policromías literarias (2013). Ha participado en diversos encuentros literarios, como la Feria Internacional del Libro (Bogotá), el III Festival de Poesía Salvador Díaz Mirón (México, 2013) o el XVII y XIX Encuentro de Poetas Iberoamericanos (Salamanca, 2014 y 2016).
Tanto los textos como las fotografías son obra de Juan Mares
Publicidad de la exposición de Juan Mares
UNA VISIÓN GENERAL SOBRE ASUNTOS DE LA FOTOGRAFÍA
Los límites entre los diferentes subgéneros de la fotografía difieren mucho de la intencionalidad y la luz como materia prima a la manera de la arcilla para la cerámica, de las distintas bases para la pintura: acuarela, crayola, pastel, óleo o vinilo y otros elementos como el bronce, el acero, la piedra transformada en mármol o el simple cemento con armazón de varillas para la escultura de hormigón, para lo mismo donde las fotos suplantaron un poco el trabajo de los artistas plásticos del figurativismo y la vista bonita. Así tenemos que la materia base, sin contar con la herramienta que es la cámara y sus distintas funciones (desde la más sofisticada hasta un simple celular) mecánicas, es, ya dicho, la luz. (Ya sabemos que la fotografía forjó a que la plástica explorara otras maneras de la tridimensionalidad pictórica, evolución o cambio, ruptura de la rutina.). Así surgieron las escuelas del impresionismo y el expresionismo explorando otras virtudes que la fotografía aun no dimensionaba. Luego llegaron los dadaístas, los surrealistas y los conceptualistas y otros que siguen dando a luz creaciones de distintas concepciones. He aquí esta propuesta.
Una exploración por Google sobre los distintos subgéneros de la fotografía me dio como resultado la existencia de la publicitaria, la de moda (afín a la primera), el retrato (asociada a la objetiva, que no tiene sugerencia narrativa, es lo que ves, sin ninguna intencionalidad conceptual), la documental (o de testimonio), la periodística (untada de la anterior y en algunos casos con rasgos artísticos en el manejo de la luz como materia de la composición); la aérea; la submarina; la nocturna; la astronómica; la científica; la paisajística; la macrográfica (y mucho que ver con la micrográfica); la de representación (que tiene que ver con la intención moral, de crítica, un poco documental y objetiva y que puede tener algo o mucho de artística según la composición que ornamente el fotógrafo; y por último la fotografía común, esa que toma cualquier persona para guardar como colección de momentos atrapados inconscientemente, con un fotón al albur de ese momento (que con el tiempo se convierte en histórica, sea del nivel de percepción temática, de razón o encuadre de lo fortuito o la ocurrencia).
La fotografía artística puede estar untada de todas las anteriores y va desde los estilos en blanco y negro, el sepiado y las a color. En esta instancia tenemos que la base fundamental es EL SUJETO que como en el lenguaje, es aquello de lo que se habla y en este caso, lo que se desea mostrar; LACOMPOSICIÓN, es decir, aquello que va de lo objetivo a lo subjetivo. Además se destaca el formato, la intensión simbólica, el elemento narrativo, su carácter poético; LA EDICIÓN, tiene que ver con lo que se interviene o no, o la vendimia o “vitange” equivalente al valor que da el paso del tiempo a una foto antigua o con apariencia de tal por medio del sepiado.); LA LUZ, materia prima de la fotografía, su dosificación intencionada o natural; EL FORMATO (ovalado, redondo, cuadrado, rectangular, tamaño); LOS TEMAS ( tan variados y diversos como en literatura); y por último, lo que se perfila como marca o constancia, EL ESTILO, aquello que demarca la identidad del autor, del artista. Ese untado del ser que transmite un mensaje con o a partir de una identidad.
“La verdadera obra de arte no es el objeto físico producido por el artista, sino que consiste en conceptos e ideas.”
Marcel Duchamp
“El Arte conceptual apareció a mediados de los años 60, con nuevas y diferentes ideas más allá de los componentes formales o visuales de la obra de arte tradicional. Los artistas de este movimiento se motivaron por el reto de alterar los supuestos acerca del arte, conceptos como belleza, calidad, y la diferencia entre un documento y una obra de arte.”
(Bajado de Internet)
“El movimiento conceptual en el arte aparece a finales de los años sesenta con manifestaciones muy diversas y fronteras poco definidas.”
(Bajado de Internet)
Para Ricoeur, interpretar es extraer el ser-en-el-mundo que se halla en el texto
GRITO MUDO ENTRE SOMBRAS Y LA BALLENA ENFERMA
Hay un acontecer gritado desde las olas del mar. El viento cruza y nos trae un eco de angustias de un oleaje cíclico en devastados litorales. Una presencia que dice no son sargazos del mar, es el cetáceo marino que advierte una fatalidad de plástico de islas que forman la degradación del aire y el oxígeno marino. Y un hombre, de oriental naturaleza, parece meditar de frente, lo que pesa, una ballena enferma.
FEROCIDAD POLÍTICA
Proselitismo político y lengua bífida, sinonimia de doble cuerpo y alma envenenada, de un lugar sin nombre entre múltiples palabras. Filamentoso lenguaje de puas de erizo para azuzar caninos Emerge de la glotis de la avérnica garganta, lenguaje de púas y no de pico de pájaros. He allí el áspid de fiera ponzoñosa
DÓNDE ESTÁ EL BESO (SEGMENTO #2)
No es Picasso, ni Klimt, ni Monet en pleno impresionismo, ni la intuición expresionista o el grito de Edvard Munch desde la corteza de un árbol en una de nuestras selvas y bosques. Ni es Marge Simpson tinturándose el cabello.
Es un hombre de bata blanca, impávido, mirando otro horizonte. Allí donde lo real es un perfil que piensa y al frente el ideal transfigurado tras lo onírico. Imágenes que se pasean por la corteza del árbol desde un pincel maestro.
LAS BAILARINAS
Ella danza al compás del viento, en un vuelo de colores y fragancias; sensación vegetal que nos conmina a una mirada fresca, a una extensión de clorofilas, a una cariñosa mirada entre siluetas. Ella eleva su danza de floresta entre la espesura de un jardín de ensueños, y es quizá su energía de primavera, la luz que envuelve esta quimera, ante las durezas de la tierra.
CUANDO LA NATURALEZA ES SÍMBOLO Y GRACIA
“El arte es, de todas las mentiras, la que engaña menos”
Gustave Flaubert
Todo parece anodino hasta que una luz te hace ver lo que ignorabas. Y así se llega al encuentro de los conceptos para interpretar otras realidades ocultas al ojo físico, para desnudar las intimidades comunicativas del alma humana y para sacrificar o acrecentar prejuicios. Ese desentrañamiento que va de lo meramente estético, para hallar otras dimensiones del lenguaje polisémico y semiológico, rompiendo la costumbre de lo visual objetivo como cotidiano, para trascenderlo a las esferas de lo imaginativo y cosmogónico. En lo primero, por la vastedad del campo de acción en un universo sin fronteras; en lo segundo, como ámbito lleno de simbolismo que permite un más amplio espectro narrativo de la memoria, en los tres tiempos verbales del lenguaje, como penetración del alma hacia los puntos cardinales de la rosa de los vientos.
Para Ricoeur “interpretar es extraer el ser-en-el-mundo que se halla en el texto.” Descifrar lo contemporáneo en las imágenes fortuitas o bien crear asociaciones que determinen visiones semánticas adheridas a nuevos conceptos. Tomar todo aquello que emane de la naturaleza del ser humano para darle una identificación que pueda ser asida por el pensamiento o enseñado a ver la abundancia polisémica, en torno a la complejidad visionaria de cada ser frente al mundo de sus fantasmas o prejuicios, o bien ante sus certezas desde cada experiencia vital.
También tenemos un contexto de tiempo, lugar y temperamento emocional que complejiza las apreciaciones, de un observador, que para el caso del arte tiene multiplicidad de definiciones e interpretaciones en concordancia con el horizonte del ocaso, del alba o del cenit de su astro psicológico o de su estro inspirativo.
Me nutro de ideas fundamentales para aclarar el panorama de posibilidades creativas hacia futuras propuestas, dentro de una fotografía conceptual, con mirada artística, filosófica y poética. Mi pretensión es explorar aspectos que nos lleven a seguir los caminos de la plástica de los artistas de ruptura tras nuevas propuestas de la imagen. Esta es otra forma de pensar, crear y recrearnos en nuestro mundo.
Susan Sontang, magistral ensayista sobre los asuntos de la fotografía nos dejó unas visiones en torno al tema y dijo: “Fotografiar es conferir importancia.” Una elección sobre lo que se denomina la intencionalidad de lo enfocado, esa forma de destacar ese algo o alguien como objeto y sujeto de lo que se sintetiza en la toma. La fotografía es síntesis de un drama (político o social), de una propaganda (de carácter turístico o comercial), de una historia (familiar o universal), de un concepto artístico para narrar una situación dada en el mundo objetivo o subjetivo desde la imaginación, en pro de la trascendencia estética, más allá de lo anodino.
Sigue la Sontang: “Al enseñarnos un nuevo código visual, las fotografías alteran y amplían nuestras nociones de lo que merece la pena mirar y de lo que tenemos derecho a observar. Son una gramática y, sobre todo, una ética de la visión.” Es decir, esa costumbre de lo selectivo por el gusto o por un objetivo específico para narrar lo otro de una múltiple dimensionalidad del mundo casuístico o fenomenológico de la vida.
Es más, Sontang, en el campo amplio del arte se refiere a este hecho como que: “Las fotografías son una interpretación del mundo tanto como las pinturas y los dibujos.” Este asunto nos queda claro. El quid es, parodiando a Ricardo Palma, ¿cuál es el contenido esencial para que la fotografía se le confiera un valor artístico? Revestirlo de un concepto que muestre algo más de lo que a simple vista no pasa de un figurativismo, muchas veces decorativo, sin contenido simbólico que narre una historia desde lo antropológico, psicológico, filosófico o poético. Un texto polifónico desde la mirada de un espectador intuitivo o como dicen, inspirado. Se requiere de otros aliños para combinarlos con los elementos cotidianos y darle y darle la sazón requerida; ocurre que esta muchas veces viene con la mano que mezcla. Y “Ese es el cuento”, diría Palma.
Un concepto en arte, es la interpretación de la luz que entra y sale por una ventana. Según Carl Jung, el ser humano es por antonomasia simbolista y por ende creador de lenguaje metafórico. El símbolo es una boya para indicar la vibración de algo oculto bajo las aguas. El símbolo devela otros significados encriptados tras el objeto mismo, es un rasgo más para asir el mundo objetivo con mirada subjetiva y, desde esta instancia de lo cosmogónico del lenguaje poético, recrear o rehacer la asibilidad del objeto en provecho del sujeto, para ampliar las significaciones de su visión del mundo desde el lenguaje mismo para el ser omnipensante.
La naturaleza es todo símbolo de vida y de muerte, de cambio constante, de movimiento; de luz y oscuridad y entre estos opuestos una línea azul que la luz brinda, hacía lo abscóndito, navegando en el espacio. En la poética del espacio Gastón Bachelard asombra desde la pesquisa de lo evocativo entre los primeros espacios donde el límite son las paredes de la casa. Pero a través de estas, nos llegan los ruidos y sonidos del exterior y es de donde los sentidos se desarrollan tras lo ya visto, lo ya palpado, lo ya olido, lo ya saboreado donde nos entregamos a nuevas combinaciones desde lo imaginado.
Soñamos despiertos y es por medio de los símbolos que comenzamos a resignificarlo todo, ya creando nuevos términos para enriquecer la metáfora y por ende el mito y el discurso, lo que discurre, como una corriente eléctrica esparciendo el pensamiento.
Existe una antropología simbólica del lenguaje, que se va develando, en la medida de las expresiones que tratan de desentrañar lo oculto, la memoria de los conocimientos de lo consciente observado, sin la intervención del pensamiento como una literalidad del acontecer cotidiano, es decir, todo orden casuístico puede proceder de estados entrópicos que el ser humano clasifica por medio de los símbolos y les va dando un orden en la estructura mental desde el inconsciente. Freud frente a este espejo ni se sentaría en la poltrona. Creo que guiñaría un ojo. Pero dejemos la pretensión para otro espacio.
Téngase en cuenta que el símbolo es un nicho ecográfico de elementos sonoros para dar explicación o para interpretar fenómenos de la naturaleza antropométrica del cerebro humano, para narrar el mundo desde cada perspectiva de los afectos o prejuicios, ya por vías de la experiencia objetiva, ya por medio de las percepciones intuitivas. Allí donde Bergson lo asocia a un estado místico que no es más que dejar ir el pensamiento tras lo inasible y configurar la cosa por medio del símbolo. Luego sí, trascenderlo al lenguaje para comunicar estados del alma.
Suele decirse, entre algunos intérpretes del pensamiento de Mircea Eliade, que los símbolos son máscaras del inconsciente humano, no, son nuevos rostros para resignificar el discurso, la leyenda, el mito y dar el salto de lo cotidiano visualizado a lo narrativo. Sin el símbolo no existe el lenguaje donde la metáfora, que emanada de aquél, se hace creación poética.
Mircea Eliade es el encuentro de lo místico – chamánico – filosófico. Digamos, la intuición, el médium y la develación donde el ser pregunta y arroja descubrimientos que se hacen historia en el tiempo. Uno suele opinar que el símbolo es el descubrimiento de mundos posibles. Ese mundo de posibilidades del color, la forma, el volumen, y el significado, parte de la capacidad creadora que energiza nuestro poder de asombro ante lo hórrido y lo bello.
No pinto, no dibujo, Klimteo un poco desde un proletario celular corriente y destartalado, como si fuera un campesino más encorvado que un garabato viejo por el uso, y obvio, lleno de cicatrices y sin embargo con la lucidez del brillo en los ojos, puestos en la naturaleza (el garabato atrae lo que encuentra según la mano que lo hale y su efectividad depende del machetero. Evoco de nuevo a Ricardo Palma); como un estudiante de artes en cualquier universidad de prestigio si el profesor no lo guía, o si en un acto de rebeldía quiere sentar su propio parecer.
Cuando verbalizo a Klimt, el austriaco pintor en su fase naturalista y otras peripecias audaces que acometió, lo hago, que digo, lo digo, porque no recojo este asunto solo desde la nada, ya alguien lo había hecho antes del descubrimiento de los celulares. Estos no son más que una herramienta para ayudarnos a comunicar entre los humanos e igual, para desencriptar otros misterios, donde podemos conceptualizar eso que en materia oscura sale de la entropía de las cosas, como el color, la forma y el simbolismo que le aplicamos para decir lo otro al despertar de los sentidos, como un conjuro chamánico y de esa manera aliviar la vida y llenarla de significados.
En cualquier caso, el arte puede ser el mito de las causas nobles, como la que nos invita a paladear lo bello a nuestros ojos, al roce a los dedos del alma: eso abstracto que sacamos de dentro (y perdonen la tautología), pues siempre es posible sacar otros rasgos a la imaginación desde los confines de lo oculto tras un simple mirar al desgaire. Hasta en los animales se suele percibir unos mínimos gustos por lo bello y lo perfecto. Y si no, miremos el porqué del pavoneo de los colores en ciertos pájaros frente a sus pájaras respectivas.
Mondrian juega con las variedades del color de la naturaleza como en el caso de los famosos manzanos, hasta llegar a lo abstracto en la forma de eco fisiológico de un manzano onírico y llegamos a la ensoñación de Bachelard. Es también color y geometría en un juego de cuadrados y rectángulos. Es el retorno al principio. Lo que fue forma física concreta se hizo abstracción simbólica. Lo hicieron por igual Kandinsky y Kazimir. Ahora, en el asunto de mi propuesta, en estas fotografías, es construir algo parecido mostrando los colores y formas naturales y a su vez, reflejar el lenguaje oculto de la misma, desde lo simbólico conceptual, mostrando un poco de nuestra curiosidad para desentrañar lo velado por el azar y hacerlo evidencia ante nuestros ojos de pensamiento diverso.
En algunos casos quito y sin embargo no agrego sustancia física para sumar concepto. Este emana de lo erradicado, como en el caso de la “Vorágine de la danzarina”. Donde por medio del photoshop propongo mayor espacio y expansión del color tal cual lo manifiesta la cámara desde un rincón de las paredes. ¿Qué quedó afuera y qué dentro? Esa parte le corresponde al mundo conceptual del espectador, en concordancia con su imaginario o de sus prejuicios y en ello se evidencia, como testimonio vivo, que somos.
En literatura, sobre todo en los poemas para efectos o hallazgos poéticos, se habla de lugares comunes, en fotografía sucede igual: existe exceso de fotos sobre atardeceres, es decir se basa la imagen sobre lo fácil de mostrar lo bonito pero no lo que pueda trascender y poner el asunto en contexto narrativo para decir lo otro, más allá de la gama de los colores de uno cualquiera de los arreboles de los atardeceres.
Por ello debemos aproximarnos a lo dicho por la Sontang: “…todos los usos talismánicos de las fotografías expresan una actitud sentimental e implícitamente mágica; son tentativas de alcanzar o apropiarse de otra realidad.”. Esa realidad oculta que se debe o puede develar para narrar una época, un espacio, un sentimiento, un concepto que nos haga ver lo escondido a simple vista.
“La fotografía es, por su misma naturaleza, una manera promiscua de ver.”: Dice la Sontang, ese voyerismo por descubrir lo oculto, tras la hendija, la falda o el objetivo del paparazi.
“El tiempo termina por elevar casi todas las fotografías, aun las más inexpertas, a la altura del arte.” Dijo la Sontang y tenía razón, puesto que una fotografía del pasado, transcurrido el tiempo, puede terminar como lo dijo alguna vez Marguerite Yourcenar, al referirse a las esculturas griegas; “El tiempo, gran escultor”. Donde se entrarían a considerar otros valores, otros juicios tanto éticos como estéticos.
Otro asunto es la citación de varios artistas del pasado como un pretexto para recordar a Jenaro Mejía Kintana desde su arte creativo y no valorado en su justa medida, juguetón con sentido simbólico, jugando como lo hizo Miró, tras el niño que llevaba dentro: exploraba el subconsciente como en abstracto para simbolizar realidades hirientes. Como cuando leés un poema de Albeiro Flórez y te arranca una duda.
Soy la metáfora de mis sueños y el símbolo de mis pasiones.
JUAN MARES
Juan Mares siendo presentado en Valladolid por los poetas Carlos Aganzo y Jesús Fonseca
mayo 4, 2018
Felicitaciones Juan Mares. Será todo un éxito esta gran exposición de fotografía.