El poeta madrileño Manuel Quiroga Clérigo
Crear en Salamanca se complace en publicar unos poemas de Manuel Quiroga Clérigo (Madrid, 1945), poeta, narrador, autor de teatro, crítico literario y periodista de la cultura, quien ha centrado su actividad en la labor poética y sus versos figuran en diversas antologías, revistas y trabajos colectivos, habiendo editado hasta la fecha dieciocho libros de poesía, entre los que están Homenaje a Neruda (1973); Fuimos pájaros rotos (1980); Vigía (1997); De Morelia callada (1997); Los jardines latinos (1998); Versos de amanecer y acabamiento (1998); Íntima frontera (1999); Desolaciones tardías. Aristas de Cobre (2000); Las batallas de octubre (2002); Mudo mudo (la aventura de Manila), (2004); Leve historia sin trenes (2006); Crónica de aves. El viaje a Chile (2007); Páginas de un diario (2010), Volver a Guanajuato (2012), Isla/País de colibriés (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2018); Crucero cisnes trópico castillos (ediciones Endymion, Madrid 2018); Rúas (Respirando Lisboa) (ediciones Búho Búcaro, Madrid 2018); Alrededor (Ediciones Vitruvio Madrid 2019) y Poemas de la ciudad y de la vida (ediciones Amarante, salamanca, 2019), entre otros. Forma parte de Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Centro Español de Derechos Repográficos (CEDRO) donde figuro en la Comisión de Préstamo Bibliotecario, Asociación Colegial de Escritores de España (ACE), Colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología, Asociación Castellano-Manchega de Sociología, Fundación Cervantina de Guanajuato, etc.
Esta serie de poemas, que ahora rescatamos, fue escrita en Madrid, entre agosto y septiembre de 1970.
Foto de José Amador Martín
-I-
Misha, ven
Ven
Al huertecito de Dios
Donde se acaban las nubes
Y crece el trigo azul
Misha, ven
Enseguida
A trillar soles y arco iris
A acariciar el terciopelo verde
A ver parpadear las estrellitas
-II-
Misha, escucha esta música suave
De violines amarillos
Y guitarras de nácar
¿No ves que se acaba el viento?
Escucha esta melodía
Encadenada con las risas de plata
Sobre lagos de cristal
Y humaredas etéreas
Perfectamente dormidas
Foto de José Amador Martín
-III-
(1)
Misha, están rompiendo la tarde
Lentamente
La siguen rompiendo
Tú quédate aquí
Junto a los cigarrillos apagados
Y las ranas blancas
Ante los soles veraniegos
Y la nieve de algodón
-III-
(2)
Están rompiendo la tarde
Absurdamente
Y llorarías si te fueses
Quédate aquí
Junto a las flores blancas
Foto de José Amador Martín
-IV-
Misha, debes sonreír
Hoy
Debes sonreír
Siempre
Con sonrisa anaranjada
O de golondrinas haciéndose el amor
Debes sonreír
Pese al tifus
Y a los silencios estremecidos
Pese a nada
O a todo
Debes sonreír
Es necesario
Y vital
-V-
Misha, descansa un poquito
De esas caminatas grises
De esas piedras horrendas
Que nos aprisionan
Que nos rompen las huellas
Descansa ahora
Unos minutos
Para reponer energías
Y sonreír levemente
Descansa
En cualquier jardín
En cualquier lila blanca
Con docilidad
Para huir de esos peligros
De esos pecados
Foto de José Amador Martín
-VI-
Misha, háblame
De nada
Pero háblame
Enseguida
Mirándome a los ojos
Con dulzura
Sin interrogantes
Tranquilamente
Háblame
Con pocas palabras
Por medio de susurros
Háblame
De pequeñeces
De flores azules
Del mar
Del martes
De las nubes
Pero háblame
-VII-
Misha, tú lo sabes
Tú lo sabes bien
Que estoy enamorado
Y que ella no lo sabe
Y que me vuelve loco
Que sueño con sus ojos
Con su piel
Con sus labios
Con su silencio
Con su blusa de nylon
Misha, tú lo sabes
Y no hay solución
Y siempre será igual
No sirve de nada
Enamorarse
Hay un incendio en mi alma
Y ella lo ignora
Y tú lo sabes
Pero camino solo
Y enamorado
Sin remedio
Sin solución
Tú lo sabes
Foto de José Amador Martín
-VIII-
Misha, está anocheciendo
No vayas sola
A ningún sitio
Y ten cuidad
Con las espinas
Con los pecados
Con el amor perverso
Misha, ten cuidado
Con la noche
Y con el viento
-IX-
Misha, te he visto
Dibujada
En un friso
Te he visto
Sobre la fuente
Bajo los ángeles
En el frio barroco
No sé quién
Te pudo dibujar allí
Sonríes
Me hizo ilusión verte
Tan bonita
Allí dibujada
Foto de José Amador Martín
-X-
Mira, mira esa flor
Amarilla
Creciendo aceleradamente
Junto al escaparate limpio
Cerca de nuestra esquina
Algo fatigada
Por el humo de los coches
Luchando con el aire sucio
Para no morir asfixiada
Mira esa flor
Amarilla
Medio sofocada
Entre tantos pecados
Creciendo aceleradamente
Y bella
Muy bella
-XI-
Mira, puedes perderte
En esta noche larga
Al lado del jardín
Sin miedo
Nadie te molestará
Nadie te mirará
Con ojos de pecado
Puedes quedarte
A soñar un ratito
Foto de José Amador Martín
-XII-
Misha, nos están mirando
Nos miran siempre
Y nos tienen envidia
Porque nos sentimos felices
Porque nos conformamos con todo
Y sonreímos
Bajo la música
Bajo la lluvia
O con solución
-XIII-
Misha, tú eres bonita
Exquisita
Dulce
Amable
Diferente
Por eso quiero hablar contigo
De muchas cosas
Tal vez de amor
O de silencios
Eres bonita
Con tus vestidos azules
Con tus faldas largas
Sonriendo
Perdiéndote en las luces naranjas
Foto de José Amador Martín
-XIV-
Misha, te vas
Te estás yendo
Tranquilamente
Y yo me quedo sentado
Frente a la música
Te vas
Y me quedo solo
Muchas veces
-XV-
Misha, ven
Al huertecito de Dios
Donde crecen amapolas rojas
Y hay nuevas estrellitas
Azules
-XVI-
Ven
Foto de José Amador Martín
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