Aquí de buena mañana o de buena tarde,

 

me tienen para explicar

 

que he propuesto mis legados para un premio

 

y he pasado noches de vela y media luna

 

en esta condición de literato en ciernes

 

y de bachiller por Salamanca,

 

por si de tantos solemnes se me hubiera pegado una migaja

 

que diera aceite a esta candela y por si Vuesas Mercedes

 

vieran atisbos de que pronuncio en buen tono,

 

que mucha capilla guardé para que así fuera.

 

.

 

Otrosí quiero apuntar,

 

que mi infancia bebió agua del Tormes

 

y retocé en la aceña donde dicen que Lázaro engañó al ciego

 

en coscorrón sobre el berraco,

 

que allí lo veneramos en verbenas

 

como cosa de gran condición y picardía.

 

Mis entonos son pues de calle y aula,

 

que dicen los mejores para suavizar arreos y dejar presencia.

 

 

 

He tenido tentación de callar,

 

porque hay rigores que deberían dormir en tumba,

 

pero no es buena condición que muera el que no debe estar muerto;

 

además alguna miel podrán deleitar sin empalago.

 

 

Otrosí prometo,

 

que mis tonos buscarán armonía con este siglo,

 

por mas que sean tiempos de dolores

 

que hemos de remediarlos con mejor enseña.

 

 

Vean pues mis respetos.

 

 

Y si tuvieran de gusto el buen yantar,

 

en el Mesón de mi amigo Don Lope,

 

pueden deleitarse con un revuelto de migas

 

regadas en vino del mejor roble,

 

si a bien tienen considerar este legado,

 

que ya deje los doblones en anticipo,

 

y si así no fuera por mi desbarre,

 

lo mismo quedará,

 

que es palabra de hijodalgo

 

por mas que los siglos maltraten mi capa.

 

 

Sea en grata lectura y condición que me centro en mi hora

 

para que estos escritos sean acogidos con medalla por ser digno amanuense.

 

 

Y agradecido sobre el corazón,

 

.

 

 

Firmo este escrito en Salamanca un año de parabienes.