Crear en Salamanca se complace en publicar los poemas del peruano Eloy Jáuregui (Lima, 1954). La selección ha sido realizada por A. P. Alencart sobre la base de la antología “Crema carnal” (Grupo Editorial Caja Negra de Lima, Perú, 2015, prólogo de Tulio Mora), el cual acaba de presentarse en la XX Feria Internacional del Libro de Lima, con aportes de Gaby Cevasco y Leoncio Luque. Alencart también ha seleccionado los poemas del colombiano Gustavo Adolfo Garcés (Medellín, 1957), estraídos del poemario “Una palabra cada día” (Poesía Letra a Letra, Bogotá, 2015. Prólogo de Francisco José Cruz).
Eloy Jáuregui y la portada de su antología
ELOY JÁUREGUI
Cronista, ensayista, narrador y poeta, Jáuregui estudió Lingüística en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Es considerado como uno de los mejores periodistas peruanos y es un reconocido cronista en temas urbanos teniendo como soportes los lenguajes del cine, el melodrama, la música y la comunicación alternativa. Ha trabajado en temas de investigación y comunicación popular e imaginarios alternativos. Laboró como profesor en la Universidad de Lima donde fue Director de la revista “Nexos”. También fue profesor de comunicación en la Universidad de San Martín de Porres, la Universidad del Santa de Chimbote y la Universidad Particular de Iquitos.
Jáuregui ha trabajado en casi todas los diarios y revistas del Perú y múltiples publicaciones del exterior. Tiene amplia experiencia en producción televisiva y radial en las esferas políticas y sociológicas. Es autor de estudios sobre las nuevas tecnologías digitales y maneja diversos web-blogs que se leen en Internet. Es columnista en el diario La República, Diario 16, La Primera, la revista SoHo Perú y sus textos se publican en la revista Variedades, en la Industria de Trujillo, en la web La Muía, en la Revista Lima Gris, en la revista Dosis y dirige y conduce el programa radial Salsa: Barrio de Crónicas en la web Mambo-Inn radio.
Integrante -desde 1973- del Movimiento Hora Zero, Jáuregui tiene publicados los suientes poemarios: “Fotografías” (1980), “Maestranza” (1993) o “Profundo Vello” (2012). También los siguientes libros de ensayos y crónicas: Fotografías (1973); Historia de la Música Peruana (1999); Del Son a la Salsa (2000); A Diva Voz (La vida de Susana Baca, 2003); Usted es la culpable (Colombia, 2004); Cómo te extraño mi amor (2007); El beso enamorado (2007); El Dueño Ausente (2007); El Libro de Oro de Eva Ayllón (2007); Esta noche la paso contigo (2007); El más vil de los ofidios (Lancom, Lima, 2013) y Tu mala canallada (Lancom, 2014). También es coautor, junto a Blanca Chávez, de Entre Hornos y Rocotos (2009); Pa bravo yo Historia de la Salsa en el Perú (2011); El Pirata. Historia de la Música Criolla (2011) y Sabor a mí. Historias del Bolero en el Perú (2012).
Jáuregui firmando en la Feria Internacional de Lima
Alfredo Pérez Alencart, poeta y profesor de la Usal, ha dicho sobre su obra poética en general: “La poesía de Eloy Jáuregui clamorea por el eco original y se consolida en el sacro Eros, tras imantarse en los claroscuros de la historia peruana, bien sea antiquísima o bien la de lustros más recientes. Hay búsqueda de las huellas electrizadas del lenguaje barroco y empalmes con el castellano limeño por cuyo edén el poeta ha ido dando vueltas, para así no perderse en vacías posmodernidades. Lo suyo, abreviando, son poemas que se inscriben en la dermis para que vayan apareciendo en toda Hora de cualquier mañana”.
EL SOL EN CLAVE DE TU DESEO
Otra vez, a contraluz, te observas toda
Como si buscaras el origen en tu sexo
Tus dedos frisan las hebras de tu gladiolo
La habitación atrapa el tinte del infinito
El sol ido baña tu piel de centellas rojizas
Tu perfil grácil en la ventana rasga el sol
De una lucera del cielo cae helada de luz
Desnuda te legas dominada al atardecer
El vino aguarda en nuestro lecho curtido
Vienes a mí, me ciegas, eres el sol relajado
Recorro aquel trigal dorado y te devoro.
Te retrato árida celando el firmamento
De espaldas y desnuda como un planeta
Girando, bufando, vuelta a tu cimiento
Ahora jadeando briosa del rudo silencio
Luego gruñendo de espasmos, luctuosa.
Oscuro el dormitorio, sin el sol y sin mar
La sombra de tu cuerpo relampaguea y
dos escamados iluminan sus memorias.
Igual obscenos, sin ese sol y su recelo
Afín a los amantes aunque quebrantados
Bebo la última sustancia de tu cascajo
Lacro el biombo y te describo conmigo.
HUARANGO EN EL DESIERTO DE NAZCA
Para LLM
Del trasfondo del viento en tus comisuras te rescato
De arenas hondas y violentas, mansillo tu ternura y tu abuso
Escribo en tu piel nuestro acertijo y penetro en tus labios cruentos.
De este desierto de tiempo el sismo de los derribos y el botón
De tu gladiolo enhiesto, saben de nuestro lapso a íntima llave
De las puertas ultimas, en los fondos de los huarangos, en tu nido
La miel que resbala por tus muslos, la memoria de tu abandono
El deseo embravecido, tu sueño de arena en mi bengala curtida.
La camanchaca es el martirio que me propinaste para el descuido
Recorre las dunas, oxida mi vaho, me hace tu verso en cautiverio
Así, ungüento tu tobillo y desnudo la presa entre tus vellos
Custodio tu cuerpo de brillos y jadeos, de conciertos y de rezos
Y ahora bautizo otra vez tu espalda y llego generoso al aniego.
Dónde te amé tanto que me olvido. Martillo tus nalgas en ahogo
Soy esa cicatriz de tu delirio. Un corsario en el oasis de tus desprecios.
EL GRILLO A LA MANERA DE JAMES TATE
(Kansas, 1943)
Ella está sola frente al mar esa noche de verano
Sabe que será feliz y la tierra tiembla mientras le gritan de lejos
Sus padres le instan que vuelva porque la sienten enamorada
El amor es una tempestad en el bramido de los peñascos
Ella sabe que un grillo la imagina sudando entre sus sábanas.
De pronto se desnuda y se lanza rauda entre las olas.
Las aguas han sentido su ardor y penetran sus carnes
En su cuerpo han marcado las siglas de los amores oxidados
Ella está sola entre la borrasca de lo ignoto y sus lujurias
Desde tierra la ven perderse en el océano con suma elasticidad
Ella dejó encendida la radio y el grillo oye los cantos del cielo
Ahora nada entre olas golpeada de memorias y remordimientos
Ella es el sonido del grillo y reposa hoy a mi lado izquierdo.
PLAZA SAN MARTÍN
(5 y 30 de la tarde)
El cuadrante tiene de gota de piedra y melodía seca
Un gris de huesos y garúa de polvo a los cuatro vientos
Y es la palabra de ajos y mirada de muchacha y sus caderas
En una mano de soplidos y roce de espejos contra el cielo
Es la nube y la otra serpeando de memorias y llanto perceptible.
Lima no tiene paciencia y pega su labio a la tierra de costado
Y uno mira con la plaza en el pecho, su ojo cabulero y su confianza
Porque está el café tomándose el pulso y sus 18 años rutilantes
Y la vida es una grama de olvidos y búsqueda en los otros
Bajo el portal describo el vacío de mi boca caldeada
Y un tranvía se atraviesa tras la niebla y establece la apetencia.
Todos han llegado y reclaman tu espina de atrevida doncella
Así es tu imagen cuando esta tarde desbrozo tu silueta.
UNA MUJER CON SUS DOS GATOS
No tiene más de treinta años y es más bella todavía
y está como ida frente al semáforo en rojo
cuando el cielo ha dejado su infierno de sollozos
y cruzan los autos y el asfalto se traga su abandono.
Ha dejado dos mails en la computadora,
la maceta de gladiolos, la conserva del ayuno y
sus cremas de olvidos a su expediente de novia.
Así su vida pende de un hilo y olvida la codicia
atada a la simetría del domingo cuando se desnuda
en el instante que afirma que ama al hombre que
le hizo un texto donde repite que la quiere por Zeus.
Tiene el alma en el horno, su barriguita de esmaltes
y no responde llamadas de otros y aguarda el eco
que diseña su memoria en sedas de amortización
para el verano cuando borre la cicatriz de sus odios.
Y así, mira a sus dos gatos, jugosa y cruza la calle.
(Piura, octubre de 2014)
APETITO DE LA LUZ EN LA SOMBRA DEL TIGRE
Encendiéndote en mi cuerpo,
iluminando mi carne
toda ya carne de viento.
Emilio Prados
El plano es la tersa piel pulida de los cuerpos en la madera.
Convulsivos los muslos abrense presa de los pánicos turbados.
Ahí reposas serena y amainada cerrando tus ojos, dorada en tu
desnudez entregando tus capullos anegados de burbujas de oro.
He ahí el secreto de tus zumos sobre la madera ardiente en esa
exposición de las entrañas desbocadas de tus aromas y lujurias.
Abro tus cremalleras, y aquel incienso a vainilla me asalta luego
del tul de tus pudores. La licra es encarnada y tersa y la fragancia
Me hace siervo y tu dueño endurecido del ciclópeo gozo eterno.
Entonces dulcemente te penetro. Ingreso a tu luz a borbotones
Y me recibes como una yegua en celo y briosa relinchas luminosa
Ahí nuestras caderas hallan el ritmo de los dioses y sus gemidos
Y ahí donde cenamos el pan de nuestro señor, somos el sueño.
GUSTAVO ADOLFO GARCÉS
Gustavo Adolfo Garcés, autor de Una palabra cada día, nació en 1957 en Medellín. Premio Nacional de Poesía Colcultura en 1992. Abogado de la Universidad de Antioquia y Magister en Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana. Se ha desempeñado como profesor de Literatura y Ciencias Políticas en varias universidades y como asesor de la Procuraduría Delegada para la Prevención en Materia de Derechos Humanos y Asuntos Étnicos. Ha publicado los siguientes poemarios: Libro de poemas (1987), Breves días (1992), Pequeño reino (1998), Espacios en blanco (Universidad de Antioquia, 2000), Libreta de apuntes (Universidad Externado de Colombia, 2006) y Hasta el fin de los números (Universidad Nacional de Colombia, 2012). De su poesía dice Robinson Quintero Ossa en Historia de la poesía colombiana seguida de un panorama de las tres últimas décadas (Casa Silva, 2009):
Alfredo Pérez Alencart, poeta y profesor de la Usal, ha dicho sobre su obra poética en general: “En la poesía de Gustavo Adolfo Garcés comprobamos que menos es más, que el mestizaje entre oriente y occidente (entre el hayku clásico y la poesía breve a la manera de Emily Dickinson o las cuartetas de Machado) permite el brote de versos pulidos, plenos de lumbre y sentido, a hombros de la poderosa realidad sin renunciar al inquebrantable candor de la mirada. Garcés no ofrece oriflamas sino voz última, raíz y no follaje: lo suyo crece y crece, y no por mera casualidad. Tras leerlo ya tenemos lo que no teníamos”.
JARDÍN
Mirar el jardín
la inscripción
de una sombra
en la piedra
una flor
gris azulada
los ojos astutos
de un pájaro
todo
consagrado
tal vez
a ocasionarnos
pequeños
estremecimientos
la vida ocupada
en la costumbre
de la luz
MADRUGADA
Otra vez
en la esquina
el hombre que habla solo
no sabemos
a dónde mira
su zozobra
ni qué tanto
enfría el viento
su cuerpo sin abrigo
no hay una barca
que lo saque del fragor
ni una silla
en que su vida pierda peso
está solo capeando
el temporal
NOSTALGIA
Nuestros paseos
eran lentos
parecía no tener afán
el amor
tal vez era suya
la morosidad
con que mirábamos
los pájaros
las nubes
y el bosque
las muchas horas
en las terrazas de la ciudad
todo en torno
a su interés de aprender
una frase en español
yo gozaba
de la voz que salía
de sus labios húmedos
de su risa
tratando de decir
la palabra desatino
no supimos
cómo hablar
de la brevedad y caída
de un imperio feliz
ZEN
Todo está al servicio
del milagro
ESTAMPA CHINA
Hay rocío
en el césped
todo lo alumbra
la magnolia
No llega el tren
la luna alumbra
la estación
SUPIMOS UN POCO DE DIOS…
Supimos un poco de Dios
en sus palabras
entonces
todo lo comprendíamos mejor
las montañas los valles
el círculo de la luna
ahora está inmóvil
un silencio calamitoso
nos encierra
CUADERNO
Una palabra
cada día
la montaña
vuelta sombra
en el río
el exilio rojo
del poniente
los hábitos
que siempre
tienen que ver
con los errores
las luces
que no se apagan
en la memoria
un muro
en medio de la vida
lo que no se sabe
y lo que no se dice
agosto 2, 2015
Dos poetas de primera. Se agradece que Crear en Salamanca nos haga conocer la obra de autores que se merecen mejor promoción.