La poeta colombiana Amparo Osorio
Crear en Salamanca se complace en difundir estos poemas de ‘La caída interior’, de Amparo Osorio (Bogotá, 1952). Poeta, narradora, ensayista y periodista colombiana. Ha publicado los libros: Huracanes de sueños (1983-1984); Gota ebria (1987); Territorio de máscaras (1990); la antología La casa leída (1996); Migración de la ceniza (1998); Omar Rayo Geometría iluminada (entrevista, 2001); Antología esencial (Común Presencia Editores, Bogotá, 2001); Memoria absuelta (Universidad Nacional de Colombia (Bogotá, Colombia 2004); Memoria absuelta (Lustra editores, Lima, Perú 2008); la antología Estación profética (2010), Grandes entrevistas de Común Presencia (coautora, Premio Literaturas del Bicentenario, Ministerio de Cultura de Colombia 2010 (Común Presencia Editores, Bogotá, Colombia, 2010); Oscura música (Universidad Externado de Colombia, Bogotá, Colombia 2013), la novela Itinerarios de la sangre (Común Presencia Editores, Bogotá, Colombia, 2014) y La caída interior (Común Presencia Editores, Bogotá, Colombia 2017), libro nominado en 2020 al Premio Nacional de Poesía convocado por el Ministerio de Cultura de Colombia. Varios de sus poemas y ensayos literarios han sido traducidos al inglés, francés, alemán, árabe, rumano, ruso, portugués, húngaro y sueco.
En la actualidad y desde 1989, está frente a la Presidencia de la Fundación Literaria Común Presencia, entidad dedicada a la investigación, recopilación y difusión cultural. Es editora del semanario virtual Confabulación que cuenta con 100.000 suscriptores gratuitos y se edita desde el año 2010. Fue Cofundadora del Día Mundial de la Poesía (Versión Colombia) instituido por la Unesco.
Obtuvo la primera Mención del Concurso Plural de México (1989) y la Beca Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura (1994). Ha representado a Colombia en varios Encuentros internacionales de literatura, entre los que destacan Argentina, Brasil, Ecuador, Estados Unidos, México, Perú, Puerto Rico y Venezuela.
En 2021 hizo parte del Jurado del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, convocado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio del Gobierno de Chile.
Serie: Libros dedicados al poeta A. P. Alencart /3
Libro: ‘La caída interior’, Fundación Comñun Presencia, Bogotá, 2017)
CÁLICE
Yo estoy en donde estuve:
entre los muros indecisos
del mismo patio de palabras
Octavio Paz
Mi memoria
Contaminada de espinas y de árboles lejanos.
La casa que nunca fue
La redondez de la fruta más triste
Iluminada por el misterioso
Corazón de la luna.
Mi memoria galopante
Como una anunciación intraducible
Todavía despierta húmeda
En las neblinas de la albahaca.
ARCANO
Ahora conjuro a las lunas
para abolir
mi reino de tristeza.
Conjuro inútilmente
porque
ataviado de luto
siempre hay un pájaro que pasa
pasa y se posa sobre mi pecho.
Amparo Osorio junto a otros poetas participantes en el Festival Las Líneas de su Mano
(Bogotá, agosto de 2022)
SEIS DE LA TARDE
En la terraza inicio otro descenso
al infierno, al invierno.
Sangran en mí las hojas de los árboles
Eugenio Montejo
Pesan todas las sombras.
Afuera la bruma invade
la ciudad
y las violetas del corazón.
Un vaho triste
que llega del crepúsculo
se funde con mi miedo
y hay taquicardia en los relojes
desolación en los andenes húmedos.
Va a anochecer.
Comienza
la opresión victoriosa
de los violentos soles apagándose.
Amparo Osorio y Alfredo Pérez Alencart, en el Gimnasio Moderno de Bogotá
TATUAJE
A mi hija, razón de vivir mi vida
Acudiremos a cada anunciación.
Al dictamen de las brújulas.
Al temblor de la herida
que todavía enseña
desdichas y rostros despojados.
Acudiremos a todas estas muertes equívocas.
Nacer será después
en otras derrotas
en otros desencuentros.
INVERNAL
A Chali
Oscurecía en los ojos de los árboles.
Yo aspiré entre su aroma
los llantos ocultos
de la última tempestad.
Y nada pude hacer contra ese invierno
que me azotaba el rostro
No hay lucidez para el olvido.
Tampoco hay esperanza.
EDADES ANTIGUAS
Con tres heridas viene:
la de la vida, la del amor, la de la muerte
Miguel Hernández
En otros años sólo
moríamos de amor
Ahora son tiempos
de amapola y memoria…
Se muere de pavor
de exilios
de traiciones.
ONÍRICA
Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
RAYUELA (1963-2013)
Julio Cortázar
En el sueño ondulaban aguas oscuras y profundas.
No supe
dónde estaba mi corazón en ti. Caía
el crepúsculo más dulce de los años.
En los reflejos de alguna premonición fuimos
islas perdidas juntándose
alejándose
Fuimos
y al despertar
no había nada,
sólo un cuerpo inventado
y una nueva vigilia
que imaginaba un rostro.
Amparo Osorio, en la mesa de lectura del Festival Las Líneas de su Mano,
dirigido por Federico Díaz-Granados
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