Festival Internacional de Poesía de Granada (Nicaragua)
Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar estos textos que la notable poeta Ana María Rodas envió a Alfredo Pérez Alencart, poeta, profesor de la Universidad de Salamanca y amigo de la autora. Rodas nació en Ciudad de Guatemala en 1937. Inició su carrera poética con la publicación de ‘Poemas de la izquierda erótica’ (1973), seguida de ‘Cuatro esquinas del juego de una muñeca’ (1975), ‘El fin de los mitos y los sueños’ (1984), ‘La insurrección de Mariana’ (1993), ‘Recuento’ (1998) y ‘Esta desnuda playa’ (2015), entre otras. Ha sido distinguida con importantes galardones, entre los que se cuentan: Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias” (2000), el Premio “Libertad de Prensa” (1974), otorgado por la Asociación de periodistas de Guatemala y el Primer Premio de Poesía en el Certamen de Juegos Florales México, Centroamérica y el Caribe (1990). Fue Ministra de Cultura de su país. Su poesía ha sido traducida al alemán, inglés, italiano y portugués. También es autora de libros de narrativa y entrevistas.
Ana María Rodas será homenajeada, Junto con Rosa Alice Branco (Portugal) y Daisy Zamora (Nicaragua) en el marco del XXV Encuentro de Poetas Iberoamericanos, a celebrarse en Salamanca el próximo mes de octubre.
CARTA A ALFREDO PÉREZ ALENCART
Mi querido Alfredo:
Ayer, el presidente de Nicaragua ordenó cerrar el Festival Internacional de Poesía de Granada. Todos los poetas que hemos estado allí, al lado de Gloria y Chichí y las demás personas que a lo largo de los años han trabajado arduamente para que el festival se realice, y nos hemos enterado de semejante despropósito, estamos de pésame.
Yo he asistido al festival desde que se fundó en el año 2005. Cuando hubo de ser realizado virtualmente (el primer año por el estado de la realidad política de Nicaragua y los años siguientes en razón de la pandemia) también me han pedido vídeos para participar en el evento. Y los he enviado sintiéndome dichosa.
He llegado a tomar tal cariño a Chichí y a Gloria que, como a ti, los considero mis hermanos.
Me he tomado la libertad de enviarte por este medio un poema para Granada. Si te parece, lo puedes incluir entre alguna de las publicaciones a que tienes acceso. No solo para que los escritores de muchos países se enteren de este desastre y para que otros colegas también protesten públicamente.
Muchas gracias anticipadas. Tu voz es muy respetada entre los poetas de infinidad de lugares en el mundo.
Un abrazo cariñoso,
Ana María
Ana María Rodas, Alfredo Pérez Alencart y Julieta Dobles (Foto de Jacqueline Alencar, 2005)
EXPLICACIÓN DEL POEMA
“Todos los poetas que hemos vivido el Festival Internacional de Poesía de Granada nos solidarizamos con Chichí y Gloria y con todos los granadinos. No había sucedido nada igual desde la llegada de Walker a Nicaragua. La ciudad fue incendiada y los secuaces del filibustero dejaron un letrero: «Here was Granada». Pero Granada se levantó de sus cenizas. y es una de las ciudades más maravillosas del mundo. Seguirá siéndolo y el Festival, como el Ave Fénix, se alzará glorioso nuevamente.” (Comentario de A. M. R. en su página de FB.)
Lectura en las calles de Granada (foto de Evelyn Flores)
AQUÍ ES GRANADA
Cuando el filibustero harto de sangre y pólvora
le prendió fuego a la ciudad
creyó que así borraba para siempre de la faz de la tierra
a toda la gente de Granada
Cuando embriagado de soberbia creyó terminada la hecatombe
daba por descontado
que ni siquiera crecería aquí la hierba
Los secuaces
comandados por un generalito cuyo nombre me callo
/un testaferro/
repletos de alcohol asaltaron las iglesias y robaron
los tesoros sagrados
Les arrancaron los anillos a las vírgenes, los resplandores a los santos
se llevaron los copones para seguir bebiendo
y asegurar su euforia cuando incendiaran la ciudad.
Entre llamas y hollín recorrieron aún algunas calles
vistiendo y profanando los venerables hábitos
llevando entre las manos candelabros
a manera de sacrílegas espadas
Traían un ataúd en el que aseguraban
que iban la gente y la villa de Granada
Abandonaron la ciudad que humeaba toda
creyéndose profetas dejaron a sus puertas un letrero
en donde se jactaban de su infame hazaña: ‘Aquí fue Granada’
/Y es que con sureña petulancia
el filibustero había decidido que era nicaragüense
e instauró un régimen de esclavos
y exigió que el inglés fuera el idioma para
los documentos y los actos oficiales
/Y aquí en Granada se proclamó presidente
y aquí tomó posesión del mentiroso cargo
mas no eran suficientes tales injurias, por lo tanto
era preciso calcinar Granada
Pero llegó la gente y enterró a sus muertos
y levantó de nuevo con amor y ladrillos y argamasa
esta espléndida solemne majestuosa
esta noble ciudad que se llama Granada
Y aquí sigue Granada de pie, frente al lago
que la observa y la refresca con los vientos que atraviesan su espejo
y la gente de Granada sabe de sangre y fuego
y ha tenido que lamerse las heridas
que le infligió el filibustero con rabia y con saña
Conservó la fortaleza y la pujanza para levantarse de entre las cenizas
jurar para siempre por la vida
y abrir un nuevo día aquí en Granada.
Ana María Rodas
Uno de los actos multidunidarios del Festival Internacional de Poesía de Granada (Nicaragua, foto de Jacqueline Alencar)
Gloria Gabuardi, Francisco de Asís Fernández, A. P. Alencart y Jacqueline Alencar, tras la presentación de ‘Una sola carne’
(Granada, Nicaragua, 2018)
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