Crear en Salamanca se complace en publicar seis poemas de esta reconocida poeta mexicana cuyos vínculos con la cultura española son evidentes. Los textos nos llegaron por gentileza de Alfredo Pérez Alencart, poeta y profesor de la Universidad de Salamanca.
Minerva Margarita Villarreal (Nuevo León, México, 1957), poeta, editora y directora de la Capilla Alfonsina de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Su obra poética comprende los siguientes títulos: Hilos de viaje (1982); Juegos cotidianos (coautora, 1983); Entretejedura (1988); Palabras como playas (1990); Dama infiel al sueño (1991); Pérdida (1992); Epigramísticos (1995); La paga común del corazón más secreto (1995); El corazón más secreto (1996); Adamar (1998); La condición del cielo (2003); y Herida luminosa (2009). Ha merecido premios como Premio Plural de Poesía (1986), Premio Nacional de Poesía Nuevo Reino de León (1986), Premio Nacional de Poesía Alfonso Reyes (1990 por Pérdida). Premio a las Artes de la UANL (1991) o el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines (1994 por El corazón más secreto). Es Maestra en Letras Españolas por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, donde es profesora en la Maestría de la Facultad de Filosofía y Letras.
PIEDRA
En esta piedra yo te espero
en el estómago en el regazo de esta piedra
junto al río cuyas aguas dejaron cicatriz
Como jauría con hambre
como perro
te espero
sobre la piedra que contempla
las grandes aguas que no volvieron más
la vista fija de las vacas que la tarde apacienta
estrellas caídas las botellas que alguna vez
guardaron la pureza
Excepto tú todo pasa
y todos pasan por aquí
Excepto tú
por esta piedra
pasan
y en mi mente
quedan
como regalos
de tu ausencia
A EDUARDO CHILLIDA
La pátina del hierro el amarillo adobe el óxido adoquín
Un eco un chillido un pájaro elevando
los incendiados muros
que el fuego amó
Gravitaciones torceduras
En el margen turbio de las cosas
brilla el silencio
La paila
bajo la teja
que da al patio
de mosaicos rojos
Entro y salgo
y la puerta es tu pecho
entro y salgo
y tus labios me besan
me besa tu inclemencia
me atraviesa tu aliento
Verde sed
a la orilla del río
suntuosidad de hojas flotantes
de viñas y de higueras
cuyos frutos
devoran los pájaros
Las perlas o la sangre
manteles de alabastro
las copas esparcidas
el hierro donde clavaste
el corazón
Todo flota
y el espacio deja de serlo
La muerte y lo que llama de la muerte
Entro y salgo
en el instante en que el vino
se vierte sobre la mesa
y de la lluvia
vuelven tus pies
a mi pecho
y mi lengua en tus dedos
Porque la noche fue
contada entre los días
y vino entre los meses
y prendió su grano de luz
Cuando este templo asciende
en este espacio
en esta mesa
LA CASA
La casa que construiste fue arrasada
Vi cómo sucedió
cómo se desprendían paredes y ladrillos
El techo voló
sobre los huesos
y el paisaje entre la hierba abrió
echó raíces bajo las plantas de mis pies
Estoy anclada
y esta casa mojada por la lluvia
esta casa azotada por el viento
hecha polvo
y materia que crece
Esta casa soy yo
FARMACIA
Como si un papalote se alzara por el aire
el velo desprendido los niños
el cabello trenzando
la corona de azahares
los perros mi vestido
niños que el viento aleja
y yo intento unir
Entre esos niños estaba mi padre
que siempre soñó tener una farmacia
en esa esquina donde todo era viento
El salón
donde debo encontrarte
es el mostrador de esa farmacia
Tú pasas sujetando a tu madre en la silla de ruedas
Velar te come las palabras
Estoy sola frente a tu madre
tiene dolor de cabeza cabellos de nieve y morena la tez
Yo le doy dos pastillas que como flores
brotan de mis manos
Le toco la frente
le aliso el cabello
le digo que la amo
Entre el olor de asepsia y las vitrinas
vestida de novia con un satín de cisne
sé que vino a entregarte
EL PUENTE
a Bernard Pozier
Hace años el puente no existía
lo que hoy es el puerto fue un cerco de piedra
Esa casa tan alta de ladrillos rojos
era la primaria
donde yo estudié
Hoy la habitan ancianos
Ancianos:
los primeros niños
que pisaron la escuela
regresan a ella
para nunca salir
LA CAÍDA
La piedra cruzo todos los días
la piedra laja la piedra bola la piedra pinta
la caliza piedra blanda de tus labios
la tigre que con tus ojos me liga
como el cazador a su presa
y hace que caiga en la piedra
que repentinamente
se puso de pie
y me llamó desde un tiempo de silencio
me llamó
para que me aquietara
mayo 24, 2013
Bellísimos poemas. Siempre es una alegría descubrir palabras nuevas; muchísimas gracias, José Amador, por acercarnos tan hermosas voces.
Un fuerte abrazo,
Sole.
mayo 24, 2013
Buena muestra de esta poeta de Monterrey. Felicitaciones a quienes contribuyen en difundir versos que conmueven.
mayo 24, 2013
Mi enhorabuena a esta poeta. Me han gustado muchos sus poesías.
febrero 11, 2014
Excelente nota para reconocer el trabajo de Minerva Villarreal. ¡Felicidades!
octubre 6, 2017
¡Maravilla de poeta, Margarita!