Las Indias Occidentales en el Marcator
Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar una muestra del libro inédito “Vientos y mareas de West Indies/ De Jamaica a Guyana – 71 poemas”. Investigación y textos a cargo del poeta argentino Eduardo Dalter, con versiones en español de los poemas realizadas por Eduardo Dalter, María Luz Fernández y Daniel Borrachia.
Pintura de Cynthia Mclean
Acaso la mejor forma de buscar es estar abierto a las circunstancias, a los hechos, y tratar siempre de observarlos con distancia adecuada y buen ojo. Y ahí sí uno podrá hallar hasta lo inesperado, o no; porque, al fin y al cabo, en los caminos y en las horas, nunca se sabe. Y mucho más si se trata de lo imponderable o de algo que se le pudiera parecer.
Durante décadas busqué en los mil senderos indicios, trazos, de alguna significativa y poco difundida poesía del continente, y en no pocos momentos di con ella, pero nunca sabiendo cuánto era lo que no había alcanzado a divisar. Siempre mantuve esa duda, por eso no me sorprendió lo que me sucedió en un barrio del norte de la ciudad de Londres en mayo del año pasado. Uno a veces cruza creyendo que está viendo; otras veces apura el paso, y en la continuidad, por lo general, aparece lo que ya es costumbre o es moneda diaria. Pero en Londres descubrí, en una reunión informal de profesores y artistas, algunos de ellos extranjeros, canadienses, caribeños, una poesía, algunos poetas, no ingleses, no europeos, sino, para mi sorpresa, de mi propio continente.
Poetas de países vecinos, de pequeños países-islas, diminutas ex colonias. Es verdad que las lenguas, todas casi infinitas, suelen también obrar como fronteras. Pero me sigue resultando difícil de entender cómo en la mayoría de los países de habla hispana, en lo que hace a sus ruedos literarios, existe ese desconocimiento grande de las letras, de la poesía, de los numerosos países-islas de habla inglesa del Caribe.
Hay una historia que ya tiene algo más de un siglo y se ha nutrido de obras de significación, para conocernos y entendernos mejor, y mucho más allá del hecho, además, que esos ámbitos produjeron estas décadas dos premios Nobel, cuyos ejemplos atañen a los dos únicos escritores conocidos en otras lenguas y en este continente. Pero, ciertamente, nunca es tarde. Naturalmente, no me quedé ahí con esa muestra, que me resultó tan impactante y abierta como inesperada. Y me aboqué a ahondar en el tema, por lo que leí no pocos artículos y ensayos, y después fui abordando uno a uno a algo más de medio centenar de poetas, y sin prisa los fui traduciendo en los tramos y páginas que entendí de mayor significación. Una humanidad desconocida se iba abriendo así ante mis ojos.
Los poetas y escritores de ese arco de islas, que va desde las costas del sur de la Florida hasta las playas de Trinidad y que incluye el territorio de Guyana, conforman en sus obras un territorio cultural y creativo preciso, e integran desde ya un país cultural y poético, pleno en diversidades e interrelaciones, con una producción firmemente sustentada en una estética diversa y en una mirada, en el terreno de un devenir intenso.
Esta es una muestra breve e incompleta de poetas que hablan de modo singular de sus experiencias íntimas y de su historia, que trata de la esclavitud ancestral y de la colonia; y que trata de sus interrogantes, de sus dolores y de sus sueños. Y así se elevan hasta su propia estatura, con versos profundos y dispuestos sobre una complejidad encendida y vasta.
La investigación acerca de la cultura y de la poesía de las islas la llevé adelante en sus primeros tramos con la asistencia oportuna de algunos profesores y artistas de la capital mencionada y de distintas ciudades del Caribe, en especial de Port of Spain, y las traducciones las fui tejiendo y sumando en sociedad con María Luz Fernández y con Daniel Borrachia, quien vivió en el Caribe durante casi treinta años.
Eduardo Dalter – Buenos Aires, julio de 2014
Claude McKay
DESPUÉS DEL INVIERNO
Algún día, cuando los árboles hayan perdido sus hojas
Y contra el blanco de la mañana
Los pájaros temblorosos se hayan resguardado
De la noche debajo de los aleros,
Volveremos nuestras caras al sur, amor,
Hacia la isla del verano
Donde las torres de bambúes son el centro del bosque
Y las orquídeas de boca ancha sonríen.
Y buscaremos la colina silenciosa
Donde se alza el arbusto del algodón,
Y saltan los risueños arroyos cristalinos,
Y trabajan zumbando las abejas.
Y construiremos allí una cabaña
Con acanalado techo oscuro,
Al lado de un claro del bosque, con campanillas azules
perfumando cerca,
Y helechos que nunca se marchitan.
Claude McKay nació en cercanías de James Hill, Clarendon, Jamaica, en 1890. En 1912 publicó su primer libro de poemas, Songs of Jamaica, escrito en dialecto patois, y partió hacia el sur de los Estados Unidos para estudiar agronomía, carrera que abandonó al poco tiempo. Durante algunos años estuvo viviendo en Londres, donde se dedicó al periodismo. Y ya en el Harlem, promediando la década del ’20, intervino en las luchas reivindicativas de su raza y escribió poemas y artículos, para constituirse en una de las personalidades del movimiento cultural y poético Harlem Renaissance. Las páginas de su poemario Harlem Shadows (1922) son referenciales. Por otra parte, sus novelas Home to Harlem (1928) y Banana Bottom (1933) siguen mereciendo estudios y ediciones, tanto en los Estados Unidos como en el Caribe. Falleció en Chicago, de un ataque al corazón, en 1948. Su antología Selected Poems se editó en Nueva York a los cinco años de su muerte.
Eric Roach
LA ROCA QUE FLORECE
En el calor feroz de los mediodías
Bajo los árboles de la cabaña
Las jóvenes de nuestro pueblo
Amamantan a sus niños
Cuya cuna es una canción,
Y en nuestro valle
Las corrientes de agua tararean
Ritmos gratos entre las piedras.
Nuestros corazones no se rompen
A pesar de que están destrozados,
Una espuma de risas
Supera nuestro mar de penas,
Nuestro canto suspira como un zafiro
En el silencio de la noche:
Nuestras voces sobrellevan los trazos de las lágrimas,
El peso de su cadencia.
Oh desde la roca desolada
Tan blanca como la santidad
Las flores de lirio:
Esencia de la oscuridad que es
Demasiado pura para ser fragancia,
La piedra destilada,
La voz aún del esqueleto.
Éste es nuestro símbolo –
Belleza famosa de las barriadas;
El niño hambriento que
Mañana se volverá
El héroe del país;
La grava negra lo soporta,
El engendra repetidamente
En nuestro vientre fértil.
Amanece, mi querida:
La noche, fundida con sueños de terror
Se encoge desde estas costas,
Destellos de luz en el horizonte;
Nuestras almas como girasoles
Se vuelven hacia el alba:
Nuestra esperanza comienza sus plegarias.
Eric Roach nació en Mount Pleasant, isla de Tobago, en 1915. Poeta, dramaturgo, docente y periodista. Se trata, sin dudas, de una de las más firmes y controversiales voces de la poesía de West Indies. En 1960, a pesar de que había acumulado una abundante producción poética, incluyendo poemas en antologías y en publicaciones prestigiosas como BIM, de Barbados, y Kyk-Over-Al, de Guyana, entre otras, no tuvo ofertas de publicación y regresó a la enseñanza. En 1961 se mudó a Trinidad, donde trabajó como periodista. Escribió poemas singularmente referenciales de la producción poética caribeña. Entre otras expresiones, el poeta Kamau Brathwaite definió a Roach como “la más espléndida voz del Renacimiento del Caribe”. En 1974, el poeta bebió insecticida y nadó hacia mar abierto en Quinam Bay, Trinidad. Su libro The Flowering Rock: Collected Poems 1938-1974 tuvo edición en 1992.
Kamau Brathwaite
LIMBO
Y la vara del limbo es el silencio que está frente a mí
limbo
limbo
limbo como yo
limbo
limbo como yo
la larga noche oscura es el silencio que está frente a mí
limbo
limbo como yo
sonido al golpe de vara
y el barco parece estar listo
sonido al golpe de vara
y la oscuridad sigue firme
limbo
limbo como yo
larga y oscura cubierta y el agua rodeándome
larga y oscura cubierta y el silencio está sobre mí
limbo
limbo como yo
la vara es el látigo
y la oscura cubierta es la esclavitud
la vara es el látigo
y la oscura cubierta es la esclavitud
limbo
limbo como yo
al tambor la vara golpea
y la oscuridad está sobre mí
rodillas separadas
el agua está guardando secretos
limbo
limbo como yo
rodillas separadas
y el oscuro suelo está debajo de mí
abajo
abajo
abajo
y el tamborilero me está llamando
limbo
limbo como yo
el sol está saliendo
y los tamborileros me están alabando
más allá de la oscuridad
y el mudo dios me está levantando
arriba
arriba
arriba
y la música me está salvando
caliente
paso
lento
sobre el ardiente suelo.
Kamau Brathwaite nació en Bridgetown, Barbados, en 1930. En 1949 obtuvo una beca para asistir a la Universidad de Cambridge. En 1953 inició su trabajo en el programa Caribbean Voices, que irradiaba la BBC de Londres. Más tarde, en 1963, hizo su pasantía en la Universidad de West Indies, en Kingston, en el departamento de historia. El poeta se dedicó a estudiar la vida cultural del negro tanto de África como de toda la diáspora africana y la cultura popular de los esclavos en Jamaica. En 1970 cofundó la revista Savacou. Y en 1992 asumió el cargo de profesor de literatura comparada en la Universidad de Nueva York. La obra de Brathwaite es singularmente reveladora, al igual que sus aportes al desarrollo de lo que se dio en llamar “nation language” en el Caribe. De su obra poética se destacan: The Arrivants: A New World Trilogy (1973), Middle Passages (1992), Ancestors (2001) y Slow Horses (2005), entre otras.
Derek Walcott
FAMA
Esta es la Fama: domingos,
una desolación
como en Balthus,
callejuelas empedradas
iluminadas por el sol resplandeciente,
una pared, una torre marrón
al final de una calle,
un azul sin campanas,
como un lienzo muerto
fijado en su blanco
marco, y las flores:
gladiolos, mustios
gladiolos, pétalos de piedra
en un florero. Un elevado
coro de alabanzas
apagado. Un libro
de ilustraciones que se hojea
por sí mismo. El tic toc
de tacones altos en una vereda.
Un reloj que arrastra el tiempo.
Un anhelo de trabajar.
Derek Walcott nació en Castries, capital de Santa Lucía, en 1930. Poeta, dramaturgo y profesor universitario. Cursó su licenciatura en la Universidad de West Indies, en Jamaica. En 1953 se mudó a Trinidad & Tobago, donde fundó un taller de teatro. En 1981 se fue a vivir a los Estados Unidos y comenzó a trabajar en la Universidad de Harvard. Su obra presenta una gran riqueza verbal y conceptual que refleja las costumbres, las tensiones y la historia de una región colonizada. Walcott conoce en profundidad la tradición poética inglesa, y es autor de una obra que incluye más de quince libros de poesía y alrededor de treinta piezas de teatro. Entre sus obras poéticas cabe destacar: The Castaway and Other Poems (1965), The Gulf and Other Poems (1969), Another Life (1973), Sea Grapes (1976), Midsummer (1984), The Schooner Flight, incluida en Collected Poems (1986), The Arkansas Testament (1987) y Omeros (1990). En 1992 le fue otorgado el premio Nobel de literatura. Falleció en marzo de 2017 en su isla natal.
Edward Archie Markham
HERENCIA
El nativo de torso desnudo
de nuestro barco confía
en sus ojos azules
porque ella ya sabe
cómo finalizará este viaje.
Yo a ella le creo
la mitad, apenas dudo
de la deteriorada
evidencia de un diario
que publicará.
Ella lo dice todo: ella
sabe del hombre que soy
en mi manera de ser. Mis
predecesores la han armado
con mis secretos.
Edward Archie Markham nació en la localidad de Harris, isla de Montserrat, en 1939. En 1956 partió hacia el Reino Unido para estudiar inglés y filosofía en la Universidad de Gales. Después marchó hacia Norwich para investigar acerca de la comedia inglesa del siglo XVII, antes de asumir como profesor en un colegio politécnico de Londres. Su poesía, apreciada en Londres y admirada en el Caribe, se mantuvo siempre por fuera de los estereotipos, tanto ingleses como caribeños. Entre sus obras se cuentan: Human Rites (1984), Living in Disguise (1987), Towards the End of a Century (1989), Letter from Ulster & the Hugo Poems (1993), Misapprehensions (1995) y Looking Out, Looking In (2008). También publicó cinco colecciones de cuentos y una novela. En 1997 asumió como profesor de escritura creativa en la Universidad de Sheffield, cargo que desempeñó durante ocho años. Desde 2005 vivía en París, ciudad en la que murió de un ataque al corazón en 2008.
Dennis Scott
EPITAFIO
Lo colgaron en una mañana apacible, se balanceaba
entre los rayos del sol y la respiración
de las mujeres como un negro apóstrofo de dolor.
Durante toda la mañana los niños silenciaron
la alegría de su juego de rayuela mientras la caña seguía creciendo
y él colgaba ahí dulce y bajo.
Al menos así fue cómo
lo contaron. Ocurrió hace mucho tiempo;
pero qué podemos recordar de la muerte de uno o dos esclavos
excepto que, cuando puntualizamos la historia de nuestra isla,
ellos se balancean como suspiros a lo largo de brutales sentencias,
y la ira se detiene
hasta que ellos desaparecen.
Dennis Scott nació en Kingston, Jamaica, a fines de 1939. Asistió al Jamaica College, y a su egreso fue educado en la Universidad de West Indies. Después dio clases en Trinidad & Tobago y en la Universidad de Yale. Luego de tomar un curso en pedagogía y didáctica en Newcastle, Inglaterra, regresó para enseñar en el Jamaica College y a la vez dirigir la School of Drama de Kingston. El poeta también enseñó en la escuela de teatro de Yale, y fue jefe de su programa, desde 1986 hasta su muerte. Por otra parte, se lo define como a uno de los poetas más significativos del período posterior a la independencia de su país. Su primer poemario, Uncle Time (1973), ganó el premio en poesía de la Commonwealth. Sus otros libros de poesía son Dreadwalk: Poems 1970-1978 (1982), Strategies (1989) y, de edición póstuma, After-Image (2008). Scott es reconocido además como uno de los creadores más influyentes en la dirección teatral en el Caribe. Murió New Haven, Connecticut, en 1991.
Wayne Brown
EN LA COSTA
El almacén del paseo marítimo
está vacío esta noche. En el océano
la luna brilla, es una luna de invierno,
en una nube de enredadas alas de polilla.
¿Por qué me incorporo a estas horas de la noche
descalzo en un muelle roto?
Nunca vi a los galeones entrar en la luna,
ni la gran casa que ardió sobre la colina,
y el pescador impuntual
que salió de repente de la nada
haciendo círculos con sus largos remos,
no tenía nada que decirme.
Noche, no estoy llegando a ninguna parte.
Muchacha de la isla, tengo miedo, no me abandones.
Wayne Brown nació en Port of Spain, Trinidad & Tobago, en 1944. Fue educado en escuelas de su ciudad natal, para recibir después una formación en lengua y en literatura en universidades de Gran Bretaña y de los Estados Unidos. Ya desde su primer libro, On the Coast and Other Poems (1972), afirmó una producción de notable madurez estética. Brown dio conferencias sobre poesía y sobre escritura creativa en distintas casas de estudios, desde la Universidad de West Indies, en Kingston, hasta la Universidad de Lesley, en Boston. En 1981 preparó la antología de Derek Walcott, Selected Poetry, que publicó la editorial Heinemann, en lo que fue todo un anticipo. El poeta también publicó narraciones, hasta que en 1989 salió de imprenta su segundo poemario, titulado Voyages. Entre 1984 y 2009 mantuvo una columna crítica llamada “In our time”, difundida en periódicos caribeños de gran tiraje, dedicada a temas políticos y culturales. Desde 1997 residió en Jamaica, hasta su muerte en Stony Hill, en 2009.
Lorna Goodison
EXCAVANDO
la larga línea de David y Margaret,
desenterrando la evidencia del nacido muerto
que no aspiró para engendrar el tiempo.
El cual comenzó con Nana Frances Duhaney de Guinea
y William Henry Harvey de Inglaterra, quien se casó
y engendró a Tom, Fanny, Mary y David
Harvey, quien se casó con Margaret, la progenie
de Leanna Sinclair también de Guinea y de George O’Brian
Wilson de Irlanda. Así es cómo llegaron a provenir de
la larga línea de vida de David y Margaret,
quienes engendraron a Cleodine, Howard, Edmund,
Alberta, Flavius, Edmund, Rose, Doris
y Ann. Y yo desciendo de Doris, y Joan
viene de Ann, pero era como si fuésemos
hijas de una única mujer. Entra primo,
sal del frío; hay momentos que uno tiene que
buscar ayuda bajo su propia viña y entre sus hojas.
Miremos ahora hacia la roca y la cantera
en las cuales nuestras generaciones fueron talladas.
Lorna Goodison nació en Kingston, Jamaica, en 1947. En la actualidad divide su tiempo entre Jamaica y Ann Arbor, donde enseña en la Universidad de Michigan. El poeta Edward Baugh expresó: «Uno de los mayores logros de Goodison es que en su poesía se inscriben la sensibilidad y la cultura de Jamaica sobre el texto del mundo». Aparte de las cuestiones del hogar y el exilio, su trabajo también explora las contradicciones de la dura experiencia en el Caribe. Fue educada en la St. Hugh’s High School y en la Jamaica School of Art, antes de viajar a Nueva York para estudiar en la School of the Art Student’s League. A los veinte años, de regreso en Kingston, fue profesora de arte antes de abocarse de lleno a la escritura. Desde 1980, en que publicó Tamarind Season, se fueron sucediendo sus obras. Su segundo poemario, I Am Becoming My Mother (1986), obtuvo el premio de la Commonwealth. Después seguirían, entre otros títulos: Heartease (1988), To Us, All Flowers Are Roses (1995), Goldengrove (2006), Oracabessa (2013), además de dos libros de cuentos y uno de memorias.
Grace Nichols
DONDE SEA QUE CUELGUE
Dejo mi gente, mi tierra, mi hogar
Por razones de las que no estoy muy segura
Abandono el sol
Y el esplendoroso colibrí
Había grandes ratas en el entarimado
Así que me levanté nuevo mundo – nueva yo
Y vine a este lugar llamado Inglaterra
Al principio, me sentí como en un sueño
La niebla grisácea
Así que toco las paredes para ver si son reales
Son sólidas las uniones
Y la gente brota de los subterráneos
Como habichuelas
Y cuando elevo la vista al cielo
Veo a Lord Nelson alto –demasiado alto para mentir–
Y así es que envío a mi hogar fotos de mí misma
Entre las palomas y la nieve
Y así es que me protejo del frío
Y así es que poco a poco
Comienzo a cambiar mi forma Calipso
Nunca visito a nadie
Antes daba claras advertencias
Y esperaba mi turno en la cola
Ahora, después de todo este tiempo
Logro acostumbrarme a la vida inglesa
Pero aún extraño regresar al hogar del otro lado
A decir verdad
No sé realmente a dónde pertenezco
Sí, dividí el océano
Dividí el hueso
Donde sea que cuelgue mi braga, está mi hogar.
Grace Nichols nació en Georgetown, Guyana, en 1950. Obtuvo su diploma en ciencias de las comunicaciones en la Universidad de Guyana, y trabajó como profesora y como periodista antes de emigrar a Inglaterra en 1977. Es una de las poetas actuales más estudiadas de West Indies, y sus poemas son verdaderos testimonios vivenciales de la diáspora que estremeció a los países del Caribe de habla inglesa. Por su primer poemario, I is a Long-Memoried Woman (1983), le fue concedido el premio en poesía de la Commonwealth; y el año siguiente publicó The Fat Black Woman’s Poems. Entre sus títulos figuran: Hurricane Hits England (1987), Lazy Thoughts of a Lazy Woman and Others Poems (1989), Startling the Flying Fish (2006), y I Have Crossed an Ocean: Selected Poems (2010). Publicó también varios libros para niños y la novela Whole of a Morning Sky (1986). Vive en una pequeña ciudad del sudeste de Inglaterra.
© Eduardo Dalter, 2014. Reservados todos los derechos.
Pintura de Cynthia Mclean
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