BERLÍN A BABOR. POEMAS INÉDITOS DE MANUEL QUIROGA CLÉRIGO

 

 

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Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar cinco textos inéditos del poeta madrileño Manuel Quiroga Clérigo(Madrid, 1945), licenciado en Psicología Social y Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense. Crítico literario, prosista, poeta, dramaturgo y antólogo. Fundador del grupo poético “Enero” y actualmente Consejero de la Asociación Colegial de Escritores de España.

 

 

2 El poeta Manuel Quiroga Clérigo

 El poeta Manuel Quiroga Clérigo

 

 

 

BERLÍN A BABOR

 

Para Martina

 

 

 

3 Barajas T4

 Barajas T4

 

HACIA EL ESTE

 

Viajamos hacia el este sembrado de ventanas

donde hay retablos quietos de vida siempre libre.

En tales latitudes existen horizontes

de asombro repetido, inútil e incesante

coronas de viento y de yedras metálicas.

Desde aquí, de momento, recordamos tus pasos,

la insistente memoria de alfombras acogiéndote

como si recorrieras las nubes en silencio.

Tanta quietud sonora rodeando la tarde

impregna de ilusiones antiguos territorios,

los mismos que cercaron nuestros días de rosas.

A través de unos cielos como mares azules

el verano penetra en las terrazas blancas

iniciando armonías en las horas de fiesta

igual que si existieran adolescencias dulces.

Una espera paciente de tímidos salones

nos permite el recuerdo de tus ojos de aurora

en los claros minutos rodeados de fuentes.

Nos vamos alejando de tu cuarto de hadas,

a veces vigilado por mirlos invisibles

y desde pedestales de lluvias o milagros.

Seguirá a nuestro lado tu figura de espejo.

 

Barajas, 14 de mayo de 2017

 

 

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ANOCHECE EN BERLÍN

 

Regresan a Berlín las mariposas,

los árboles frondosos, las ardillas,

las hermosas mujeres del verano,

intrépidas luciérnagas celestes,

los aviones de Iberia apresurados,

nubes dulzonas, blancas, alejadas.

Al descender del cielo intermitente

nos reciben los bosques y las voces,

antiguas primaveras como faros,

barrios rectangulares y suspiros,

campos tal vez de colza o girasoles.

Latidos de sirenas casi huérfanas

ocupan espaciosas avenidas

y la espesa corriente sinuosa

del río Spree surgido en la llanura.

Nos saludan las torres uniformes,

edificios oscuros a babor

con la marca soviética impasible,

carreteras azules, monumentos,

la gran estrella de la Mercedes Benz,

iceberg del poder incontestable,

autobuses, tranvía de colores,

estaciones de trenes detenidos,

polígonos fabriles, siderurgias,

latidos de sirenas casi huérfanas,

esos trozos del muro derruido.

Todos somos Berlín aunque a deshoras

dibujamos castillos en el aire,

consumimos cerveza de Baviera,

degustamos los vinos de Rioja

y platos de los chefs más renombrados

después de ver extensas superficies

de frutales, abetos, horizontes.

Enseguida anochece y se ilumina

la ciudad infinita y su memoria

tras palomas de nácar que ya duermen.

 

Berlín, 14 de mayo de 2017

 

 

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CUANDO AMANECE

 

¿Qué pájaros, qué fuentes, qué tranvías

ocupan la ciudad cuando amanece?.

En medio de la hierba surgen hadas

con su estampa de luz siempre radiante

cerca de policías impasibles

que ordenan la ciudad autoritarios.

Arbustos siempre verdes, amplios sauces,

los castaños de Indias y los lilos

son el seto común urbanos bosques.

Berlín, ese universo diferente,

de recias construcciones y grandeza

muestra al viento banderas lujuriosas,

el olvido horror de la metralla.

Los jardines de flores impacientes,

las terrazas intensas de geranios,

los restos de la guerra compartida

dejan paso a futuros de trabajo.

Catedrales, iglesias, hemisferios,

esbeltos edificios, comensales,

elegantes hoteles, oficinas,

ministerios y tráfico sonoro

son los protagonistas necesarios

de la enorme ciudad cuando amanece.

 

Berlín, 15 de mayo de 2017.

 

 

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TURISTAS

 

No somos fugitivos de oscuras laderas

ni huimos de aves llegadas del oeste.

Únicamente el tiempo con olor a lavanda

puede condicionar nuestros pasos de sauce.

Por lo pronto hay resquicios ordenados y lentos

de luciérnagas breves salvadas de la noche

igual que desde el día de los trenes azules

queda cierto recuerdo de alguien despidiéndose.

Inmensas avenidas, rincones, parques gratos,

el río Spree abundoso, poblado, desafiante

delimitan las calles, llanuras y las plazas.

Podemos penetrar en museos históricos,

vagar por monumentos, espejos y horizontes;

disfrutar del descanso bajo árboles blancos,

sufrir con los pasados vergonzosos, ruines,

oír el canto alegre de los jilgueros libres.

Puerta de Brandenburgo, Cancillería, bosques

nos van abriendo espacios de aventura y silencio,

el lugar del concierto juvenil y esforzado,

el plácido escenario de las mil bicicletas,

las lujosas fachadas de lencería placida.

En medio del tumulto surge el muro aún erguido,

los solares vacíos, escolares, matronas,

los recuerdos de épocas atronadoras, sucias.

La sensatez enorme de los álamos blancos,

descubriendo el despliegue de nácar y alegría

de jóvenes alegres viviendo la mañana

nos permite un momento de intenso regocijo

escuchando el bullicio de tímidos gorriones

ya ajenos al dominio de antiguas metralletas.

Iglesias, monumentos, tranvías, soportales

acogen a viandantes escasos de aventura.

Respiramos Berlín y su historia de estatuas

olvidando los días de tulipanes sucios.

 

Berlín, 15 de mayo de 2017.

 

 

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¿DÓNDE?

 

Dónde estaba la vida en los tiempos pasados?

Viajábamos entonces por caminos sin nadie,

por laderas cautivas y fuentes apagadas

hacia destinos tristes aún desconocidos.

La existencia se mueve con los pasos cansados

por senderos de grava o carreteras rotas

cerca de los lugares de azarosas promesas.

Seguimos recorriendo espejos y horizontes

con la insatisfacción de no hallar un refugio

y nos sentimos lejos de los parques abiertos

donde escuchar, al menos, melodías sublimes.

Ni siquiera queremos huir de los olvidos,

escalar las fachadas de hiedra permanente,

llegar a algún balcón donde espere Julieta

o asistir a discursos de elocuencia espaciosa.

¿Cómo recuperar los momentos vividos

si somos prisioneros de un futuro imposible

y el ardor de la infancia ha quedado enterrado?.

 

Madrid, 18 de mayo de 2017

 

 

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