Los días se parecen a los pájaros
—vienen y van—
y siempre dejan una herida de luz.
Huele a primavera su vuelo,
a horizontes de escarcha,
a savia de árboles renacidos…
Los pájaros son palabras escritas que se mueven
y sus bandadas estrofas errantes
llevadas por el ritmo del universo.
¿De qué cielo, de qué elevada dicha los pájaros descienden?
Los días se parecen a los pájaros,
igual tristeza dejan cuando pasan,
la misma oscuridad,
igual silencio.
Los oigo fuera, y son otros, no los de ayer que ya perdimos,
con su cantos y aleteos inocentes.
Alguien que he sido o soy, no sé, oye o recuerda;
si hay algo real dentro de mí son ellos,
más que yo mismo, más que el sol
si es musical la fuerza que hace girar el mundo,
no ha habido sino pájaros,
el canto de los pájaros que nos trae y nos lleva.
Los pájaros abren sus alas, trinan como siempre;
sus sombras aletean sobre el parque encendido de la ciudad.
Las nubes
son algodones grises colgando del infinito azul,
mientras el perfume a tierra mojada inunda los espacios del aire
Aquí, en este paraíso de tierra inmensa y abierta
hay tantos árboles como metáforas
y el silencio hace del lugar un concierto complejo;
y ese sol, de paso,
dibuja un depósito de colores sobre la ciudad que se ve en el fondo,
con sus días y sus costumbres.
Con sus pájaros y sus costumbres.
Fotos: José Amador Martín
agosto 16, 2012
HOLA J.Amador:
Lo primero de todo decirte que me encanta la poesía de los pájaros ,la copiare y la pinchare en un corcho que tengo en la cocina para releerla de vez en cuando.
Y comentarte que aprendí de mi madre y sigo haciéndolo yo y pasa la costumbre y obligación diaria a mis hijas, de tirar a los pajaritos de la calle las migas y trocitos de pan que quedan al acabar de comer. Sacudimos el mantel y da gusto contemplar desde el balcón la de ellos que bajan. Podía escribir un libro de anécdotas y enseñanzas que se aprenden observándoles .
UN ABRAZO