El poeta croata Drago Stambuk
Crear en salamanca tiene el privilegio de publicar siete poemas que la hispanista Zeljka Lovrencic ha traducido de la obra de Drago Štambuk (Selca, Brač, 1950). Poeta, ensayista, diplomático. En 1974 se tituló de médico en la Facultad de Medicina en Zagreb. Desde noviembre de 1983 hasta fines de 1994 vivió y trabajó en Londres donde estuvo dedicado a la investigación clínica y científica. Desde 1991 representó a la República de Croacia en Gran Bretaña. Luego, en 1995, es nombrado Embajador de su país en la India y en Sri Lanka y entre los años 1998 y 2000 fue Embajador en Egipto. Sus primeros versos son editados en 1973 en la revista literaria “Vidik” de Split. De igual forma ha publicado los siguientes libros de poesía: Meu namin (entre nosotros) 1974; ANTINOY & mangal, 1977; Snijeg za Ehnatona (Nieve para Akenaton), 1981; Od onih kakve crta infantkinja (Acerca de los que dibuja la infanta), 1984; Vapnena trupla (Cadáveres de cal), 1987; Brač, 1990; Croatiam Aeternam, 1991, 1996; Lomna slika (Imagen quebradiza). 1995; Ti, more hrvatsko (Tú, mar croata), 1995, grabación con la voz del autor; Incompatible Animals (Calcuta, India, 1995), poemas en inglés; Morski Božić (Natividad Marina), 1997; Alat bola (Herramienta del dolor), 1997; Krvavi most (Puente Sangriento), 1997; Uklesano u planinama (Cincelado en las montañas), 2002; Ruka radosnica (Mano de la alegría), 2002; I šismiši su ptice u bezpjevnoj zemlji (También los murciélagos son aves en un país sin canto), 2002 (Poesías escogidas). Su obra ha sido seleccionada en diversas antologías entre las que destacan: INSULAE, Lírica nueva croata, 1981; samizdat, 1981; Quadrispatium hrvatskoga mlađeg pjesništva (Quadrispatium de la poesía croata reciente), 1982; Maslinov vijenac I (Corona de Olivo I), 1996; Maslinov vijenac II (Corona de Olivo II), 2001. .
SPALATUM
Un rayo quebrado se hunde en lo verde
y aquella ciudad firme e irreal que permanece
en la lejana costa, funde el ligamento de la memoria
y cae en los sótanos oscuros aún más profundamente.
Se borran los números de los años felices,
y el dolor, y la ternura, todo cabe en la mano,
con algunos nombres, con alguna plaza y el hedor del puerto.
Fantasmagórica Capitanía de color amarillo oscuro,
flota cansada en el espacio de los tiempos.
Yo, minúsculo, como si nunca hubiese estado allí,
perdido entre las palmas viejas, de espaldas al palacio oscuro,
presintiendo todos los desastres posibles y las muertes delicadas.
¿A al frente, Dios mío, estuvo el mar?
Hampstead Heath, 2 de junio de 1984
* La ciudad de Split y su Palacio de Diocleciano se encuentran frente al mar Adriático (N. de la T.).
Traducción al portugués
1918
Los barcos que navegan lejos
llevan a nuestros amados,
a los países lejanos y ajenos
los barcos que navegan lejos.
Llevan nuestras vidas
en los cajones con harina blanca
y en los barriles de aceite dorado
a los países ávidos, ajenos.
Los barcos que navegan lejos
con la proa parten los corazones,
qué haremos con sus mitades
en un país lejano, ajeno.
Zeljka Lovrencic y Stambuck
OJOS DE VÍBORA
(Zmijske oči)
En el aliento bifurcado de la noche, por la calles fosfóricas de San Antonio,
serpentean insensiblemente. Abandonaron los huecos, el cadáver dormido
en la orilla del mar pestilente. Por la densa oscuridad, pesados,
quebraron el muelle de madera y marcharon en la carrera libidinosa tras
las hermanas luciérnagas. Su voluntad frágil no domina la corriente
de aire de los huecos gastados de la ciudad. Al plomo de los
campaniles negros quitan la pesadez con repetidos giros.
Rápido vuelan los campaniles hacia Dios oscuro, por el camino
sonriente, buscando hierros babilónicos. Escuchas como serpentean lento
y atan las letras S a las esquinas con la saliva pegajosa,
expulsándolas de las aberturas invisibles. Piececitos inexistentes
raspan los bordes. Salta, Antonio, vuela
por lo menos hasta la primera ventana, adórnate con los flujos de sangre
de las extremidades calientes. El escurrir es la única verdad
del sentir de la vida. Sangre negra en el nido negro de la caldera de
Split que seduce a los seres terrestres, a la oscuridad y al agua helada. Ah.
ciudad, ciudad de piedra a la que salivaron con sus besos las víboras del
mar y, para mucho tiempo, marcaron con la lengua del apero bífido,
con la lengua de la muerte rápida.
Ciudad de la inexistencia, fantasma de los días y de las noches, ¿qué
Sol negro, cuenta hora con sus círculos?
LENGUA DEL FILO
(Jezik oštrice)
Me escondí me clavé en la cicatriz de la memoria
con una ocasional y rechazada palabra.
Ovillado, atascado, envuelto
igual como la madre enrolla y coloca sobre la mesa la lencería,
me incrusté en el más estrecho surco del seso.
De ninguna manera pude flamear en la borrasca,
envuelto en una bandera ajedrezada.
Hemos perdido mil y una ocasiones,
hemos construido el hogar de las desdichas, el estado de un suspiro
permanente,
en el foso final, en la hendidura rellena del bigote de mar.
Y tú, ¿sonríes, rechazas las manzanas jugosas
fingiendo que están carcomidas? Oh, querida mía, de las ciudades
cuadradas.
Un jaque-mate es la causa de esta alegría leve, la llave para
la puerta abierta.
1987
PLENILUNIO CROATA
(Hrvatski tunat)
Vuela el mago
por el mar de la noche azul
en vez del ahuecado ángel
y el flujo de las luces desde una balandra
apunta a la superficie encrespada
tentando redondas caballas.
No puedo dejar
de pensar en el mar
como en un osario de los peces,
en el cual un canto antiguo
limpia y blanquea toda la basura,
transformándola en plateados
hongos y en grava de la playa.
¿Te abrazaré nuevamente
hasta la boca hundido en la muerte
como en el mar, nadando
a media fuerza – solamente para
mantener la cabeza en la superficie,
contando tardíos besos:
sorbos salados
de la cresta de las últimas olas?
Con el destacado poeta brasileño Antonio Miranda
PIETAS
Que no nos olviden, a nosotras,
almas frágiles entre los asfódelos.*
(Seferis, Mythistoria)
Te tuve en los brazos
lloré calladamente en tu tumba,
sabía que cada beso se llevó
una parte viva de nuestros corazones.
Te tuve en mis brazos
borrando de la frente las arrugas ansiosas
pero, en vano – se multiplicaban
como la mala yerba salvaje del verano.
Te tuve entre mis brazos
con convulsiones escribiendo letras mortales,
tu cuerpo estaba muerto
sí, sabía que besaba cadáver.
Te tuve en mis brazos
como ella tuvo a Cristo muerto,
vi el fin y la paz
detrás de desnudas montañas, azules.
Te tuve entre mis brazos
pensando que la lluvia debía caer
pronto del cielo negro
y desparramar las últimas rosas.
Te tuve en mis brazos
desde siempre estábamos muertos,
lloré frías lágrimas
que mojaban tu frente.
Hampstead, 28 de diciembre de 1985
* Asfódelo: en las obras de Homero, planta en los campos del mundo interior.“Flor de la muerte” (N. de la T.).
CROATIAM AETERNAM
La Virgen con los niños habla en croata
y cierra la puerta del fin de los tiempos.
Quien entra último
se arrimará a un vivo árbol,
con las manos separará el trueno del rayo,
descubrirá los elementos
y entenderá las despedidas humanas.
Ser elegido en la cola del tiempo,
mientras se apagan los pueblos y las estrellas,
es la gracia más grande de los signos previos,
ahora todo indica
el momento decisivo de las desinencias.
¿Quién podía presentir alguna vez
que la Virgen es el tope de nuestro destino?
Nieve indestructible
revelación de las intenciones de la historia.
Reina de las islas y de tierra firme, stella
maris, reluciente sobre las naves lentas.
Oh, corrientes ágiles adriáticas,
méceme, introdúzcanme suavemente,
debajo del ala lunar del olvido.
Recúbranme con besos tímidos
mientras la luz desciende
de las estrellas croatas.
Londres, mayo de 1987
De la colección poética: Croacia Eterna/Croatiam Aeternam
Con el Dalai Lama
UN COMENTARIO SOBRE LA POESÍA DE ŠTAMBUK
Nos encontramos frente a un autor que se instala frente al paisaje, a la historia y al presente como un observador finísimo y erudito; una suerte de admirador avezado del tiempo que logra posesionarse de su tradición y preguntarse por el futuro de su tierra, de su pueblo, de sus propias palabras sin caer en ninguna concesión autocompasiva, complaciente o gratuita. Por el contrario, Stambuk aparece muchas veces como un filósofo, como un estoico que sin dudar un solo instante, utiliza la delicada ironía, la crítica para cuestionar y cuestionarse, para realizar un autoexamen de conciencia (individual y colectiva) en una suerte de complicada cirugía intelectual y emotiva del destino de su amado pueblo croata. Pero Stambuk es también un poeta del tiempo: mezclando su historia con la de su país, la historia personal con la historia de todos, logra penetrar en el decurso cronológico para constituirlo como mítico o, en otras ocasiones, para anular su diacronía estableciendo una simultaneidad mágica que bien puede recordarnos a Constantino Kavafis o a Yorgos Seferis.”
Andrés Morales Milohnic
Otro poemario traducido en Brasil. Céu no poço.
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