Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar el poema inédito escrito al borde de la Nochebuena del 2014 por el destacado poeta Washington Benavides. Benavides (Tacuarembó, Uruguay, 1930) es poeta de premiada obra (Nacional y Municipal de Poesía), cuyos veinte títulos van desde Tata Vizcacha (1955) hasta Los pies clavados (2000), pasando por Las Milongas (1965), Hokusai (1975), Murciélagos (1981), El molino y el agua (1991) o Canciones de Doña Venus (1998). Ha sido profesor de Literatura en la Universidad de la República, habiendo dirigido, en radio, programas musicales y literarios. Entre los cantantes que han dado voz a sus poemas están Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Raúl Ellwanger, Pablo Estramín, Eduardo Darnauchans o Laura Canoura.
Momoes, de Carlos Contramaestre
2015
Estamos en sus orillas.
(Me refiero a todo habitante
Del planeta).
El viejo bote que nos arrima
Ha sido calafateado.
Se le cambiaron las viejas, roídas cuadernas,
Remos, el herrumbrado
Timoncito.
Hay nieblas importunas.
No podemos visualizar
La tierra firme o el manglar
Que nos espera.
Pero mejor que aguja de marear
Nos late fuerte en el corazón
La esperanza.
Bibliotecas enteras desvarían
Sobre qué cosa es:
La Esperanza.
Lewis Carroll en “La
Caza del Snack” (1876) nos
Advierte que para cazar al monstruo informe se debe perseguirlo con “tenedores
Y esperanzas”. Ese poema impar solo comparable, en su intención, con “Moby Dick”
De Melville: el hombre enfrentado a El Mal.
Pero vuelvo a la orilla del 2015.
La niebla no se resigna a ser una oscurana.
Hablo a los compañeros
(como arengó el Hombre de la Campana
A su tripulación): atraquemos el bote, con el agua oscura a media pierna,
Saltemos a la tierra. Casi desconocida.
(Acuérdate de Gallipoli, recuerda a Normandía,
Pero no aflojes).
-“Amigos todos: plantemos la esperanza”
También nosotros. Uruguayos,
Debemos recurrir “a tenedores y esperanzas”.
Plantemos La Esperanza.
diciembre 26, 2014
¡Hermosa misión poética; hermosos regalos!