Crear en Salamanca se complace en publicar la crónica escrita por la escritora rumana Carmen Bulzan, catedrática de sociología en la Universidad Ecológica de Bucarest, y principal traductora de Unamuno al rumano. El pasado 29 de septiembre y en Bilbao, ella participó en la celebración de los primeros 150 años de Unamuno. Allí presentó sus dos últimos libros: Unamuno y Rumania (con un prólogo de Juan Carlos Vidal, director del Instituto Cervantes de Bucarest, y epílogo de Alfredo Pérez Alencart, poeta y profesor de la Universidad de Salamanca) y Hombre de Palabra (simbólicos 150 poemas de Unamuno traducidos al rumano, con prólogo de Juan José Lanz Rivera, catedrático de la Universidad del País Vasco.
Pablo de Unamuno ,Carmen Bulzan y Jean Louis Davant.
Día de celebración en un Tiempo sagrado
El tiempo profano (cotidiano), se interrumpe el Día de celebración cuando se transforma en tiempo sacro, tiempo que hace empezar una vida nueva. Es el Instante que nos vuelve al tiempo del principio, desde el cual comienza a correr un nuevo tiempo. Volvernos al Día de nacimiento de Unamuno es como era de nacer de nuevo, recreándole de nuevo por la lectura, las traducciones… Eso es lo que sentí en ese Día 29 de septiembre, frente de su busto de bronce en la Plaza Unamuno de Bilbao, en la exposición Unamuno y la fotografía en el Museo Vasco, en los encuentros con algunos miembros de su familia (los nietos de Miguel de Unamuno, los hermanos Pablo y Ramón de Unamuno Pérez); así sentí en la Biblioteca Bidebarrieta de Bilbao, donde estuve presente en una noche mágica de poesía unamuniana leída en español (Carmen Martínez, Jesús Martín), al rumano (Carmen Bulzan), euskera y francés (Jean Louis Daval). Pero me parece que no solo este Día perteneció a un tiempo sagrado, sino también todos los días anteriores, preparatorios para este evento, escribiendo el libro Unamuno y Rumania o traduciendo 150 poemas para el libro Hombre de Palabra, ambos trabajados en un tiempo dilatado, macerando mis pensamientos y sentimientos sobre este gran pensador, profesor, poeta, novelista. Puedo dar testimonio que leer su obra, traducir su poesía cada día, fue un largo Día inolvidable que me permitió encontrar en la Biblioteca de la Academia Rumana verdaderas pepitas de oro, buscando lazos entre intelectuales rumanos y Unamuno. Volviendo a un tiempo sagrado (su tiempo), por mi trabajo el tiempo profano desapareció. No es casualidad que ciertas personas han santificado su historia, santificándose por su trabajo.
Como peregrina (no viajera pasajera) por espacios de la latinidad, especialmente por la cultura y la civilización española, puedo decir que aquí, en España, me pareció que cada día es un Día de celebración. Eso es así porque encontré personas preocupadas de sus investigaciones, trabajadores por una causa, sacrificando su tiempo para apoyar a otros. No me gusta el término sacrificio de uno mismo, aunque me caracteriza, pero lo acepto en el sentido de enriquecerme, difundirme en los otros. Como profesora, no puedo alegrarme solo de mis conocimientos. Hay que compartir con los demás los frutos de mis investigaciones y traducciones.
A mi juicio, los españoles, más que otros, saben transformar cada evento en fiesta. No por acontecimientos formales que marcan un número de años de un nacimiento/ una muerte, sino por gestos y hechos que hacen que sea presente lo que se celebra. Es verdad que hay ausencias que irradian mas presencia que cualquier muchedumbre visible, y eso es porque otros saben cómo guardar el espíritu vivo de un hombre que fue un hito moral en la vida de una comunidad, de un país…
Eso es lo que sentí en dicho Instante sagrado, en Bilbao, celebrándose a un Hombre de Palabra, es decir, de espíritu vivo, encarnado por la Palabra fundadora; también un Hombre de honor, un verdadero Español, porque toda su vida se la dedicó a su España.
¿Por qué es un autor moderno?, ¿por qué está tan ‘vivo’?, ¿por qué es tan actual? Esas preguntas las fui respondiendo poco a poco, aportando, para cada argumento, citas de personalidades de la cultura rumana de su tiempo, de aquellos con quienes Unamuno tuvo contactos bien directamente o de forma epistolar, o también por la influencia porterios, a través de sus obras.
Claro que en primer lugar los españoles, especialmente los bilbaínos o salmantinos (Bilbao y Salamanca, ciudades-destino para él) lo celebran cada año, pero hay otros estudiosos, de numerosos países, que ahora también hablan de Unamuno, cuando se celebran 150 de años de su nacimiento. No es pura casualidad, pues el deseo de relectura, de traducirle, de volver a su obra, es una forma de reconocer su universalidad, inherente a los temas presentes en su obra: la familia, el país, la religión, valores que hoy están en crisis. Podemos encontrar en su obra soluciones para la vida social, entendiendo la idea de contradicción que se puede convertir en un valioso instrumento crítico de la contemporaneidad, en este tiempo, cuando las sociedades se han propuesto conciliar hasta eliminar todas las contradicciones.
La Familia, como valor social fundada por amor, por la fidelidad de la pareja, por el deseo de perpetuar la descendencia (Unamuno tuvo 9 hijos), por el culto de la intimidad de la familia. Todo ello ahora está en crisis. Los jóvenes necesitan modelos de vida para aprender. Ellos pueden encontrarlos en la lectura de Unamuno, donde se encuentran también experiencias personales de vida moral del autor. Un hombre de coraje que supo decir ¡No!, de oponerse a la dictadura, a la guerra, a todas las formas de opresión humana, un hombre en agonía (leerse lucha permanente) para mejorar su propia vida, la vida de su familia, de su país. Un desarrollo espiritual (cristiano) al revés de lo material que se vive ahora, casi exclusivamente, en nuestras sociedades de consumo.
En el Salón de Actos de la Biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao
El País, como un valor perenne, guarda las raíces de la identidad del ser de la patria, porque el país no es sólo el lugar de nacimiento de cada uno de nosotros, sino las tradiciones, los costumbres, el idioma, aquella intrahistoria de que hablaba don Miguel, que hace sobrevivir y perpetuarse el ser de la patria.
La Fe cristiana es, en el sistema filosófico unamuniano, permanente agonía, la lucha con las dudas, con los extremos, donde se encuentra la verdad, con todas las contradicciones de dentro. De la imposibilidad de unión entre la esencia y la existencia, nace la tragedia de la vida humana. Él mismo lo ha escrito en una frase capital en ‘El sentimiento trágico de la vida’: “La vida es tragedia y la tragedia es perpetua lucha sin victoria ni esperanza de ello; es contradicción”.
En su obra podemos encontrar el ‘vitalismo moral’ necesario para nuestras sociedades, porque cada hecho debe tener un establecimiento ético y eso no se puede hacer sin una educación moral-cristiana donde el respeto, la devoción, la modestia, la piedad, son valores y actitudes en un comportamiento civilizado.
Viví (ese Día de celebración del 29 de septiembre de 2014), el Tiempo sagrado, plenamente, en todas las actividades organizadas con este motivo; pero lo viví también en los días de preparación para ese día inolvidable que seguramente permitirá germinar nuevos brotes entre Rumania y España. La energía que se libera en el tiempo sagrado puede cambiar nuestra vida, haciéndola más limpia y luminosa, más abierta a los demás, más… verdadera. El Tiempo sagrado no es el del día pasajero, sino que permanece (non omnis moriar), en cada momento transformado en Instante, de trabajo constante y bien hecho, de la lectura hacia una meta: el sí mismo, del desarrollo espiritual, es el Instante que deja un rastro en nuestro destino.
La vida nuestra está influida por factores naturales, sociales, históricos, culturales. Nos formamos y nos convertimos por nuestras lecturas, guardamos en nosotros imágenes que han marcado nuestra vida: padres, profesores, autores leídos de donde hemos aprendido cómo podemos ser y devenir. Miguel de Unamuno es, en mi formación profesional, en mi carrera didáctica, una completa Imagen grabada en mi alma, Un Ser que me impulsa y propicia que merezca la pena vivir para perpetuar su memoria, eternizándole a través del trabajo, poniéndolo icono para la oración de cada día, dándole gracias mientras oro por su vida eterna…
150 poemas traducidos al rumano
octubre 16, 2014
Me alegro de que se haya podido hacer lo que usted ha propuesto, tienes todo autoestima de mi señora !