15 POETAS PORTUGUESES CONSIGUEN UN TRADUCTOR AMIGO: ALFREDO PÉREZ ALENCART. COMENTARIO DE JOSÉ CARLOS DE NÓBREGA

 

 

A. P. Alencart junto al tronco de un alcornoque sin corteza, cerca de Castelo Branco, Portugal (foto de José Amador Martín)

 

Crear en Salamanca se complace en publicar este comentario escrito por José Carlos de Nóbrega Ensayista, poeta y narrador venezolano (Caracas, 1964). Licenciado en educación, mención lengua y literatura, de la Universidad de Carabobo (UC). Ha publicado los libros de ensayo Textos de la prisa y Sucre, una lectura posible, ambos en 1996, y Derivando a Valencia a la deriva (2006). Fue director de la revista La Tuna de Oro, editada por la UC. Forma parte de la redacción de la revista Poesía, auspiciada por la misma casa de estudios. En 2007 su blog Salmos compulsivos obtuvo el Premio Nacional del Libro a la mejor página web. En 2015 estuvo en la Universidad de Salamanca, como profesor invitado en la Cátedra Ramos Sucre de Literatura Venezolana.

Ejemplares de Dichosa saudade (Biblioteca de A. P. Alencart)

 

15 POETAS PORTUGUESES CONSIGUEN

UN TRADUCTOR AMIGO: ALFREDO PÉREZ ALENCART

Estos días han estado muy movidos en torno al 12 de octubre. Hay dos sectores muy irreconciliables y extremos que fallan en su espíritu negacionista. Sé bien que la conquista y la colonia en América han sido un proceso violento y traumático. Pero, aparte de una reconstrucción equilibrada y justa en lo histórico, el mestizaje o la mixtura racial y cultural son una gran virtud y ganancia espiritual. La poesía de la Península ibérica ha dialogado con la de nuestra América. Los modernistas de Darío influyeron en la literatura española. O el modernismo de Brasil, no en balde su irreverencia, ha tomado como referencia a Portugal. El modernismo portugués de Sá Carneiro y Pessoa nos toca todavía. Se trata de acompañar a los que construyen los puentes y no de dinamitarlos.

 

Esta antología, «Dichosa Saudade. Quince poetas portugueses», constituye un muy grato puente por donde nos podemos pasear con solaz y placer estético. El antólogo y traductor, nuestro poeta amazónico Alfredo Pérez Alencart, resulta para los lectores un estupendo y generoso arquitecto. Tiene conocimiento de la poesía portuguesa, además de saber en el afecto qué quiere su afán de divulgación cultural y espiritual.

 

Ya se sale el poeta con la suya desde el inicio. Menos prólogo y más saudade, ese introito que suena a poema que honra y elogia a sus colegas lusos, invita a especialistas y legos a conversar con este estupendo grupo de poetas herederos y amigos de Camoens, Pessoa y FLORBELA ESPANCA.

 

Alfredo Pérez Alencart hace suya un ars de la traducción que le leímos a otro gran traductor como Reynaldo Pérez Só, mi primer maestro de la Poesía. Dada la imposibilidad de traducir al pelo un poema escrito en otra lengua, queda el placer de crear en base al original una versión en otra lengua. Sólo así el diálogo es posible, válido y muy significativo. Me parece que esa conversa entre el poeta y el que le traduce se puede asimilar a una terapia psicoanalista sana, en el vaivén de la transferencia y la contra transferencia. Sin intervenciones invasivas sino amor y celebración de dos poetas que convoca a los lectores.

Ejemplar de Dichosa saudade (Biblioteca de José Carlos de Nóbrega)

 

Más allá de la pasión por la Poesía en lo epistemológico y lo histórico, me he encontrado con textos que me han tocado de cerca. Por ejemplo, ese precioso poema de Miguel Torga sobre nuestro Unamuno. De este mismo Torga, conseguí un poema, La Tierra, agrícola y apícola, que compartí con mi hermana poeta Marhisela Ron León. Ella siembra poesía erótica mientras cosecha cambures y prepara arepas de esa fruta tan nuestra.

 

Natércia Freire es un afortunado hallazgo con esos poemas sobre el abandono que nos traen los sonetos en clave de fado de FLORBELA. Eugénio de Andrade, poeta tan querido en mi Venezuela, triza despropósitos ideológicos y estéticos en poemas que honran al Che Guevara y a Chico Mendes, cónsonos y consecuentes con una poética del Decir afín a Ernesto Cardenal y al César Vallejo de los Poemas Humanos.

 

Sophia de Mello Breyner Andresen nos expone su concepción viva y no patriotera de Portugal. Qué decir de Las Moras, poema breve que es saudade de su muy amada tierra. Cícladas excede una evocación de Fernando Pessoa, para mostrarse un ejercicio biográfico muy sentido y amoroso.

 

No te preocupes, poeta marañón y amazónico. Este libro tuyo, enclavado en un inquebrantable afecto por la poesía del país de mis padres, ha sido leído con no menos cariño por amigos que conozco.

 

Por eso escribí esta reseña, pues yo cumplo con mis amenazas fundadas en este amor compartido que siempre va y viene de América y la Península ibérica.»

José Carlos de Nóbrega junto a la estatua de Unamuno, en la Facultad de Filología de la Universidadde Salamanca (2015)

 

ADDENDA: NOTA PUBLICADA EN EL FB. DE A.P. ALENCART

(7 de octubre)

 

Ayer la ha ‘rescatado’ el poeta y profesor venezolano José Carlos De Nóbrega. Hace 14 años se publicó en Venezuela. Ni entonces ni después hubo noticias sobre esta antología, que empieza con Miguel Torga y termina con Nuno Júdice. No obstante mi rechazo a los gobernantes, cedí a la petición de publicarlo por mi querencia al pueblo portugués y a sus miles de emigrantes a dicho país al que me siento religado. De Nóbrega ‘amenaza’ con una reseña o comentario. Mientras, esto es lo que dice en su portal sobre literatura portuguesa y brasileña: «Una joya bibliográfica de Alfredo Pérez Alencart. Por fin conseguí ‘Dichosa Saudade. Quince poetas portugueses’ (2007), Selección y traducción de nuestro poeta amazónico Alfredo Pérez Alencart, bajo el sello editorial de el perro y la rana de Caracas, Venezuela. El libro se me estaba escondiendo en mi biblioteca hasta que se decidió a salir. Lo integran poetas que tomaron el fuego poético de Camoens, Pessoa y FLORBELA ESPANCA. Lo releí con gusto en la rúa a la luz movida por una planta a gasoil, pues tuvimos en Valencia, la de Venezuela, un apagón de tres horas. Quizás lo puedan conseguir en Fundación Librerías del Sur o en algún remate de nuestro país. Es un ejercicio cabal de afecto bilingüe de Alfredo que comentaré muy pronto con más amplitud. No se pelen este bello objeto poético que va a dos ríos, el Tajo y el Duero. Gracias poeta de dos aguas, el Amazonas y el Orinoco».

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