El poeta Omar Lara (fotografía de Jacqueline Alencar)
Crear en Salamancatiene la satisfacción de publicar una muestra de la poesía de Omar Lara (Nueva Imperial, Chile, 1941). Autor de más de treinta libros de poesía, entre ellos Los Buenos Días, Oh buenas maneras, Islas flotantes, El viajero imperfecto, Memoria, Bienvenidas calles del Perú, Voces de Portocaliu, La nueva frontera, Papeles de Harek Ayun, Cuerpo final, Principio y nudo, Abracé la tierra, Nohualhue. Ida&Vuelta. Poesía 1964-2016. Es traductor del rumano, labor que ejerce a partir de su exilio en Bucarest, entre 1974 y 1981. En 1983 recibió el Premio Internacional de Poesía Mística Fernando Rielo por la traducción de El Ecuador y los Polos, del poeta Marin Sorescu. Ha recibido, entre otros, los premios Casa de las Américas (Cuba), Casa de América de Poesía Americana (Madrid), Premio Internacional de Poesía, (Trieste), Premio de Traducción Ovidio (Bucarest), la Beca Guggenheim, el Premio Internacional de Poesía Rafael Aberti (Andalucía-La Habana). En 1964 fundó en Valdivia el Grupo Trilce de Poesía y la revista TRILCE, publicación que dirige hasta hoy. Libros suyos han sido traducidos a varios idiomas y ha sido invitado a los más importantes festivales y encuentros internacionales de poesía. Es Director Ejecutivo de la Feria Internacional del Libro del Biobío y del Encuentro Internacional de Escritores del Biobío, ambos en Concepción, Chile y creador del Festival de poesía El rayo que no cesa, también en Concepción.
FOTOGRAFÍAS DE JACQUELINE ALENCAR Y JOSÉ AMADOR MARTÍN
CÓMO SE HACE UNA TARDE
Éramos dos libélulas en torno al dulce vino
Éramos dos libélulas en la tarde quietísima
Volábamos
Volábamos
Enredadas las alas
En la música antigua
Yo contaba tu sueño
Ese que me soñaste
Ese sueño de mí construyéndome en ti
Volaba el vino antiguo y yo lo trasegaba
En la boca de quién en el aire de quién
Éramos dos libélulas trastornadas y ciegas
Mientras la tarde armaba su pedestal ubérrimo
Su escalera su trino su nostalgia su plan
Su secreta artimaña
La tarde nos hacía a su amaño y su gracia
Nos besó y nos bendijo
Nos tomó de la mano nos condujo nos hizo
Brevemente tan sabios como esas dos libélulas
Que demoran su vino en la tarde estancada.
(De La Nueva Frontera, 2007)
ASEDIO
Mira donde pones el ojo
cazador
lo que ahora no ves
ya nunca más existirá
lo que ahora no toques
enmohecerá
lo que ahora no sientas
te ha de herir algún día.
(De Los buenos días, 1972)
PODERÍO
Atravesamos muros
y vemos debajo del agua
hablamos con seres de otras edades
y adivinamos el porvenir
encontramos una aguja en un pajar
y la perdemos oh dios.
(De Los buenos días, 1972)
Omar Lara leyendo en el Poetamóvil, durante el Carnaval Poético (foto de Jacqueline Alencar)
TU SEMEJANTE SECRETO
Ese que estás mirando y te saluda
mientras se hunde en la luna del espejo
mientras en la pared se reconcentra la luz de la mañana
y las sombras de objetos y tu propia mirada
que desordena sin quererlo el espacio.
Ese que estás mirando y de repente
guiña con pesadez un ojo turbio
es tu semejante secreto,
el que ha de volver a tu sangre
sobreviviente inacabable.
(De Oh buenas maneras, 1975)
LAS HORAS DEL LOBO
Difusos habitantes escudriñan
Nada
mueven los labios en un idioma que casi olvidé
aunque sé que estás aquí
al alcance de mi voz
a menos de un millón de kilómetros de distancia
debajo de tu blusa de lana
debajo de tu blusa de luna
caliente y hermosa.
Si todas las mujeres tiemblan bajo una blusa de lana
tibias en sus porosidades
si todas tiemblan
feas y lindas
qué puedo decir de ti
que eres mía y te amo
aunque no existas.
He vivido tantos años lejos de ti
rodeado de tu ausencia como una
isla
en las viejas casa de madera
en la tierra que no pisamos juntos
en la hierba en que no nos tendimos a mirar
las estrellas
he vivido tantos años lejos de ti.
Pero qué habría hecho sin tu ausencia todos estos años
qué habría sido de mí
hubiera podido incluso ser feliz.
Debo apresurarme,
se me hinchan las piernas
tú sabes
y en el cuerpo me aparecen unas fantásticas
placas aureoladas.
Me pregunto si llegaré a tiempo a tu cuerpo
tu cuerpo que se contrae con mi jugo de limón
debo apresurarme.
Debo apresurarme a pensar que debo apresurarme.
Tú que eres razonablemente feliz
¿has pensado en lo que nos espera?
Hay lugares que son sólo nombres
y otros
son sólo recuerdos
y nosotros buitres de los recuerdos.
He ahí esos despojos
un gesto
una sonrisa
el paso del tren frente al suave lomaje
un furtivo paseo por el pueblo natal después de tantos
años.
Algo queda.
No es un festín
los huesos están roídos
casi pulverizados
pero puedes buscar bajo las piedras
o lamer el polvillo.
Mas hay amor mío
lugares y destinos que parecieran estar
al otro lado del mapa
invisibles pero ciertos
con tranquilos crepúsculos
y en la distancia
cuerpos que se deshacen en dirección al sol
mientras salan sus piernas en la espuma.
Habremos envejecido junto a un cenicero repleto de
colillas
mirando algún retrato ya sin rostro
amarillo
y algún otro tesoro rescatado del tiempo.
Tú que podrías haber sido razonablemente
Feliz.
(De Islas flotantes, 1980)
Omar Lara, Alfredo Pérez Alencart y Arturo Desimone (Aruba)
EN EL FUTURO, MADRE
En el futuro, madre,
yo estaré en el medio de la mar
como si me esperaran
todos los peces invisibles y mudos
por debajo de olas y corrientes.
Yo nadaré desnudo una vez más
con tu rostro marcándome las brazas
con tus menores gestos y demás.
Yo estoy
madre
mirándome en ti misma.
Este nadar en ti ya lo sabía
pero repito tanto y tanto gesto
en las más submarinas y espasmódicas
tormentas del venir y del viniendo.
Yo tiro de esta soga y tú
la guardas
en tu mano más suave de palmera
de colihue
de sauce
de junquillo.
Nado
Madre
en la nada
nado
y nada.
(De Voces de Portocaliu, 2003)
EL TIEMPO ¿DÓNDE ESTUVO?
El tiempo no tardó, simplemente no estuvo
En el momento justo, en el tiempo del tiempo
Olvidó su gotera, su roce, su porfía
El tiempo dónde estuvo con su garra y su hueso
Lo que sí me persigue descascarada piedra
Airada mansedumbre de una noche sin tregua
Como si no existiera como si hubiese sido
Inventada por alguien que no sabe de cuentos
Fuimos como si fuéramos invitados ansiosos
Una silla en el límite de las irrealidades
Alguien que interrogaba bajo una luz de miedo
Y no supe decir ni siquiera mi nombre
Se supone que soy ese ser esa sombra
Esa escuálida bruma ese olvido esa línea
Esa pregunta ciega ese llanto de límite
Esa mano que busca sin embargo esa mano
(De La Nueva Frontera, 2007)
TOQUE DE QUEDA
Quédate
Le dije
Y la toqué.
(De Voces de Portocaliu, 2003)
Cartel del XIV Festival
marzo 19, 2018
Es simplemente hermoso, encontrar la poesía de OMAR Lara con quien y tres más fundamos el grupo de Poesía TRILCE y d la revista. Les agradeceré enviar información para próximos eventos. Intentaré asistir. Gracias. Luís Zaror. lzaror@yahoo.es