POEMAS DE LA SEFARDITA MARGALIT MATITIAHU. XVII ENCUENTRO DE POETAS IBEROAMERICANOS. PINTURAS DE MIGUEL ELÍAS

Crear en Salamanca tiene el privilegio de publicar algunos de los poemas que, durante el XVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos, leerá en Salamanca Margalit Matitiahu (Tel Aviv, Israel, 1935), hija de padres nacidos en el exilio de Salónica y cuyos ancestros más remotos habían sido expulsados de León, en 1492. Se licenció en Literatura Hebrea y Filosofía por la Universidad Bar Ilan, dirigió la revista “Entrelíneas” y ha sido Secretaria General de Federación Israelita de Escritores (1986-2008).

 

1Margalit Matitiahu por Miguel ElíasMargalit Matitiahu por Miguel Elías

 

Entre sus libros publicados están: Kurtijo kemado (1987), Alegrika (1992), Matriz de luz (1997), Vela de la luz (1997), Kamino de tormento (2000), Bozes en la Shara (2001), Vagabondo eternel (2001), Despertar el selencio (2004); Asiguiendo al esfuenio (2005) o Cantón de solombra (2005). Ha obtenido varios premios, como el Premio de Poesía Ateneo de Jaén (1996) o el Premio de Creación del Primer Ministro de Israel (1999). Pero su máximo premio posiblemente sea el que en 2003 le dedicaran una plaza en Puente Castro (León), el barrio de donde hace cinco siglos fu expulsada su familia.

Estos poemas forman parte de la antología “Palabras del Inocente”, coordinada por Alfredo Pérez Alencart para Editorial Edifsa y la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.

 

2

 

PASOS DE OTROS SIECOLOS

Pasos de otros siecolos,
ruidos desconosidos suben a mis oidos,
y no los puedo quedar.

¿Onde me topo?
las demandas se esparsen en el aver,

Me veo volando,
tierra y sielo me anvelopan.

Montanias alsan sus alturas
tocando las sesones
que arodean buscando nido,

sin topar reposo
van tocando las colores
del cosmo eternel.

 

3

 

LA PLASA DEL TIEMPO

Me llevas a la plasa del tiempo
onde se encontran las distancias,

Caminamos entre lamparas
amizurando las palabras,

Tu
ablas del amor
Yo
de la luz manante,

un aire erante
pasa entre los pasos.

Yo
amizuro el amor, ,
Tu
las palabras,

en la plasa del tiempo
se enceran las distancias.

 

 

4

 

ME VISTO TU CARA SOBRE LA MIA

A la memoria de mi madre

Me visto tu cara sobre la mia,
y con tus ojos veo tu ermosa sivdad natal.
La tristesa y la maravia te anvelopan
en viendo lugares que ya no los conoses mas.

Te amostro las cayes y las forterezas,
y espando mi mano para que tu de muevo
puedas las piedras tocar.

El camino me yeva verso la Torre Blanca.
Con tus jovenos pieses subo asta la punta alta,
y tus memorias se ajuntan a las mias.

Con tu vos me siento prononsiar nombres
conosidos por ti,
sus figuras se areviven cuando les conto por tu vida.

En subito, reflecta en mis ojos tu dulse sonrisa.

 

5

 

 

NO ME YAMES LOCA

No me yames loca
porque me volo de mi puerpo,

No me yames loca
porque encadeno mi alma,

No me yames loca
porque mis pasos me yevan
a lo desconosido,
trubian mis noches
gotas de vino amargo,

No me yames loca
si te digo
que ay siecolos
que te amo.

 

 

TU MIRADA

Atirada por tu mirada
que hace creser en el puerpo
palabras que yevan la calor en mis venas
formando un grito amudesido
que se esparse prononsiando tu nombre
en los campos envisibles
que conosemos los dos.

6

 

GUITARA ESPANIOLA

Que disen los sones de tu guitara
despues de media noche,
Que disen tus dedos en tocando el esprito
despues de media noche,
Que dise mi alma cuando los sones de tu guitara
ablan con mi esprito,
Que disen mis dedos que tocan a lo lonjano
que toca a aquella alma que toco mi esprito
meso tus dedos que tocan los sones de tu guitara
despues de media noche.

Ya pasaron dias sobre dias
y ainda me acompanian los sones de tu guitara
que me yevan a la primera luz de las madrugadas
y quedan en mis oidos asta cayer las tadradas.
Estonses el horizonte se inche de tristesa
en buscando a la desparesida alma
que aparisio como un visaje
en aqueya media noche lonjana
en sintiendo los sones de tu guitara
que tocaban mi esprito y ablaban con mi alma.

 

 

CURTIJO QUEMADO

(El esfuenio)

Me topaba en tierra ajena
en un estranio curtijo
arodeada de baracas pretas
y de colonas en desorden espardidas.

Dientro mi lo sabia
que en otros lugares
las colores brian
y el selencio reina
con calmesa y siguridad.

A mi esprito queria dar
la libertad de fuir,
el curtijo quemado
me asia sinios
sin disir.

Agosto 1986

 

 
7

 

 

LA PLASA DE LA LIBERTAD

La plasa onde los judíos de Saloniqui fueron arecojidos
y mandados a los campos de consentrasión

En la plaza aposaba la cayades
ma muestros oyidos sintian el ruido que subia del tiempo pasado.

Las ventanas de las casas mos miraban con ojos estranios
y una negregura enloquesida parecia abashar
de las aguilas arrebatadoras vistidas de maldad.

La plaza mos hacia sinios invesibles,
la cayades corria gritando en muestras venas.

En la lonjura —la mar quedaba blue como el sielo,
ma muestros mushos se empretesian.

«La plasa de la libertad»
topa hoy abrigo basho la solombra de los arboles
abocados por el pesgor del enverano
y de una manera de libertad timida
continua a sircolar el movimiento.

Ma de las ventanas que siempre van casando la luz
nunca no podra fuir la escuridad.

Julio 1986

 

8

 

 

 

EL POETA Y EL PASHARO

El selensio de la noche caye sobre el jardino,
la agua del rio careca con su sonido el aver.

El pasharo, en la rama del arbole,
canta un cante cristalino.

El pasharo:
«A la madrugada me volare,
y onde estare a ti te cantare».

El esfuenio del poeta:
volar como el pasharo.

En el refrescor de la madrugada
sale Li tai-Po al jardino.

Una pluma se aposa en su palma.

El pasharo le dice de lonje:
«Esta es mi alma,
tus palabras serán mis granos
hasta que aposare de muevo en tus ramos».

El sol arelumbra,
espunta la manianada.

Los ojos del poeta brian con sonrisa,
junto el pasharo
resiben el muevo dia.

 

EN EL ESTUDIO

 

 

De la solombra muerta del dia
venimos
a liberar la respiracion.

Entre las paredes pintadas,
entre los tapetes finos,
muestras manos se unden
en la locura de los muvimintos,
en los carecos de la creacion.

Se forma un circolo de vida
plantando esperansa
en la tierra que aspera
a las simientes
a la luvia
a la pasion.

 

 

9

 

 

 

LAS PALABRAS

 

 

Las palabras
devienen madeshas
las vo despiegando
las vo rodeando
hasta que piedren su senso
locas de no ser.
Yo las amaso de muevo
y les do vivenza,
nacen a ser mi pan,
nacen a ser mi vino,
no se arugan
en el tiempo
de la zona eternel.

 

 

ENFLAMADA

Enflamada de palabras
que suben del abismo,
que se plantan en la tierra
y llevan sinieficaciones
a lo desconosido,

Me vo ande la endevina,

Por entender ruidos de paredes,
por descubrir muvimientos
basho tejados transparantes,
por llevar a mis entranias
la sabiduria de la mente,

Por llenar mis manos vacias,
y desbrochar dolor
cubierta con vozes
de otros mundos.

 

MUEVA EXISTENCIA

Tu existencia
desperta en mi la tempesta cubierta,
vas descubriendo mi sonrisa
escondida en los sótanos de mi puerpo.

Vienes como un aire de montanias,
loco, que esparse mis cabellos uno por uno.

El enverano se consume en mi pelo quemado,
embara mi vieja aparencia,
estonses, nace mi cara en mi
con mueva existencia.

 

10

 

 

VENITES EN MI

Tu en mi estas asembrado,
yo en ti esto plantada.

Como la primavera sobre lo arboles desnudos
mos anvelopamos los dos.

De las raizes asta la cabeza
venites en mi
con simientes de amor.

 

 

CRECÍ DE TUS RAÍCES

Crecí de tu puerpo
que me dio raizes
que me llevo al fondo de mi saber.

Alli, sinti tu tristeza
que se auno a la mia,
y juntos
volando entre las estreas erantes,
tocando fondos de tiempo envisible,
formimos mueva existencia.

Flores doloriosas
nacieron de palabras,
relámpagos acendieron el esprito,
plantaron cielos en muestras entranias.

 

 

11

 

LUZ CORTADA

La luz se corta en el orizonte,
se rompe dientro mis ojos…

la solombra entre mis dedos
es el dolor de la noche,

los dias nacen repartidos
Las preguntas no tienen alas…

muestras palabras van cayiendo
en el vertigo de la imaginacion,

Tu boz en mi puerpo
es un eco dientro eco…

Mis ojos encolgados
esperan a la magia…

 

 

EN EL CAMINO A JERUSALEM

En el camino a Jerusalem
rayos de sol se encolgaban
en el hielor del envierno.

La vedrura se reflectaba en la claridad
tocando la tristeza de mis ojos,
basho el cielo blu
un combate de colores nacia.

Truviada de mis penserios
via que mis palabras alborotadas
caian en lo vacio
tetereando como el eco que decia sin quedar:

«Una sulicion se debe de topar…»

 

12

 

 

PUENTE CASTRO DE LEON

Corriendo en los coredores de los anios,
volando sobre las alas de los siecolos,
descubri a Puente Castro de León
en una tadrada de sol y luvia,
basho un sielo a la color del fuego
envuelto de nubes mirando…

Me encontri arodeada de amigos
ofriciendo calor y amistad,
abrasando mi esprito
con palabras y cantes
yenos de claridad.

Dientro un viento harmonioso
los amigos de Puente Castro
abrieron puertas y corasones
en espandiendo sus manos.

Yo, como una hoja
que llego con el aire de la poesia,
abashi al nido de raises y ramas
encontrando lo pasado
de los abuelos de mis abuelos,

En Puente Castro de León.

 

 

13

 

 

EN VERANO EN MADRID

Como un parpareo
pasaron serca de mi
los pasajeros en Gran Via.
Pasos presurosos desparicieron
dientro la muchidumbre de la calle.

Palabras cansadas
cayeron entre los pieses,
miradas piedridas
se encolgaron en el aire…

Entre alegria y dolor invesible
pasaron las fachas de enverano,
sus muvimientos se pintaron,
profil derecho
en la estiedra de mi ojo,
profil estiedro
en la derecha de mi ojo…

 

 

14

 

 

Hablar de Margalit Matitiahu es hablar de una voz judeo-española cuyo eco viene desde la ausencia para ya no marcharse jamás: su obra lírica nace en la tercera orilla del castellano (tras el éxodo de Sefarad, una larga estancia por suelo griego y el anclaje en la actual Israel), se enhebra de resurrecciones para luego, humildemente, presentar toda su grandeza. En su poesía relumbra el sufrimiento de esos antepasados suyos (expulsiones, holocaustos, vejaciones…), pero también la parábola del Eros que mantiene en alto la pasión, cual ofrenda enamorada; pero también la aparición de la belleza en las sencillas cosas o instantes que completan el milagro de vivir; pero también un pequeño mundo sin fanatismos, sin imposiciones, sin cainísmos… Margalit Matitiahu es una grande poeta de la España del destierro: admiro los versos que ha ido acopiando tras limpiar el polvo de tantos caminos, de tantas centurias.
A. P. A.

 

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